Generalmente las vísperas de año nuevo suelen festejarse con familiares y amigos pero este acontecimiento no sucede con algunos ancianos del Hogar Luis Grassi, debido a que han sido abandonados y lo único que tienen es el amor de los empleados que trabajan allí como el de sus compañeros.

Nuestro medio dialogó con Beatriz Lucía Arriagada, Encargada de la institución, quien manifestó que aquellos abuelos que no son invitados a cenar el 31 a la noche se quedan en el recinto con la compañía de los empleados y de las familias de éstos.

Por otro lado especificó que existen casos en los que los parientes vienen a buscar a los ancianos para festejar juntos la cena de fin de año, otros suelen pasar a saludar después de las 00 horas como hay otros que ni siquiera se acercan.

Es necesario reconocer que desde hace unos años los habitantes de Malargüe están ayudando mucho al Hogar y actualmente el sitio es más frecuentado. “Hay gente que se acerca a charlar con los abuelos y no son parte de la familia y tampoco amigos” amplió.

Haciendo un balance del 2014, Lucía explicó que ha sido un año muy fructífero en donde se han conseguido muchas cosas y así mismo extendió su agradecimiento a todas las personas que han colaborado con la remodelación del lugar. Continuó diciendo “todavía faltan muchas cosas por hacer, esperamos que nos sigan ayudando”.

Finalmente hizo extensivo su saludo a toda la comunidad para la fiesta de año nuevo e invitó a la comunidad a que se acerque a compartir con los abuelos.

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