35 años de danza y sueños cumplidos en el Instituto Sevilla

El Instituto Sevilla celebró sus 35 años de trayectoria con una jornada llena de emoción, danza y agradecimiento. Durante el evento, se revivieron los primeros pasos dados en 1989 y el crecimiento constante que convirtió a la academia en un referente en Malargüe y más allá.

Fundado por la profesora María del Carmen Vergara, el Instituto Sevilla comenzó su camino en un humilde salón, con apenas 27 alumnos y un enorme sueño por cumplir. A pesar de los obstáculos, la pasión por la danza fue el motor que impulsó a Marita a volver a las zapatillas y dar vida a un proyecto que se ha mantenido por más de tres décadas. Desde entonces, el Instituto ha sumado alumnos, profesores y estilos, incluyendo danzas españolas, zapateo americano, danzas universales y modernas, que dieron origen al reconocido Young Power Ballet, el ala juvenil de la academia.

A lo largo de los años, el Instituto Sevilla no solo formó bailarines, sino que también llevó su arte a escenarios de Mendoza y de toda la provincia. Desde presentaciones en el Teatro Mistral hasta festivales, certámenes y capacitaciones, la academia también cruzó fronteras, participando en un programa televisivo y en eventos internacionales en Brasil. Cada experiencia, cada paso en el escenario, forjó el prestigio de la academia y dejó huella en generaciones de alumnos, muchos de los cuales hoy dirigen sus propias escuelas o siguen brillando como bailarines.

La fiesta de aniversario contó con la participación de academias invitadas, como Moov Estudio de Danzas, Bork Dance Studio, Amulén y varias más, cuyos integrantes se sumaron al festejo con presentaciones vibrantes. Al finalizar cada actuación, los profesores y sus estudiantes recibieron un presente recordatorio en reconocimiento a su participación, resaltando la hermandad y el espíritu de colaboración entre los institutos.

Con emoción, María del Carmen Vergara agradeció a los asistentes y colegas por acompañar al Instituto Sevilla en este hito tan especial. La jornada concluyó con una cálida despedida, celebrando el camino recorrido y renovando la pasión que mantiene viva la danza en Malargüe.

Fotos: Gentileza Daniel Dubrowsky

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