Aparición de restos humanos en el norte de Malargüe: “Se está violando un derecho”

Estuvieron presentes por parte de la organización Pedro González, Fabricio Silva y Margarita González. Hugo Tucker participó representando al CRIDC. El licenciado Tucker, arqueólogo y responsable científico del CRIDC comenzó aclarando lo sucedido: “Recibimos aviso del profesor Nito Ovando, conocido de la familia Poblete, que había restos humanos en un lugar donde había una pasada de agua y pasaban animales, y estos restos se estaban deteriorando. Fuimos primero a verlos. Normalmente en estos rescates se encuentran restos óseos mezclados, porque la gente cree erróneamente que puede encontrar tesoros y los altera”.

“Afortunadamente, esta vez no estaban alterados y pudimos hacer un rescate. Previamente nos habíamos puesto en contacto con la organización Malalweche para hacer la tarea en conjunto. Desde hace algunos años venimos trabajando, sobre todo desde la aparición del decreto 701 a nivel nacional, donde se respeta el tema de los restos humanos. Se trabaja en conjunto y en aviso previo con las comunidades y sobre todo con los pobladores locales. Estos restos son parte del territorio y tienen un valor simbólico importante”, continuó Tucker.

Y agregó: “En este caso, la familia Poblete también estaba de acuerdo en hacer el rescate y nos recibieron muy bien. Luego de tres jornadas de trabajo se pudieron rescatar estos restos y ahora se encuentran en etapas de estudio. Lo más importante es que se han encontrado procesos distintos de entierros: secundarios, múltiples, etc. Lo que muestra la importancia que le daban nuestros antepasados a estos entierros”.

Al consultarle sobre el destino de los restos aclaró: “Hace años ya hay una resolución de sacar los restos mortales de los museos, por respeto a las comunidades y en eso también están los protocolos de acción. En Malargüe, en 2011, en las Jornadas de Arqueología Patagónica, junto con arqueólogos y pueblos originarios, se acordó un protocolo de acción en conjunto con las comunidades y el CRIDC. En algunos lugares nos avisan y trabajamos en conjunto para evaluar los rescates. Ya no se trabaja como hace 30 años que el arqueólogo sacaba todo y eso quedaba en un museo. Ahora el arqueólogo trabaja en campo y en museo y en conjunto con las comunidades que realizan un pedido de restitución. Este pedido nos permite a nosotros devolver los restos y restituirlos. Lamentablemente en la nota que apareció en otros medios, no se nos consultó a los actores antes de la publicación, ni a la comunidad, ni a nosotros desde el CRIDC. Fue publicada antes de que pudiéramos comunicarlo a los medios de Malargüe”.

Por su parte, Fabricio Silva de Malalweche dijo: “Participo como Delegado del Consejo de Participación Indígena y hemos formado parte de estas reuniones previas que contaba Hugo. Somos tolerantes y comprensibles con la situación, entendiendo la ignorancia que la sociedad o el estado tiene para afrontar estos temas, pero esto deja una huella en nuestra memoria, porque esos que están ahí son nuestros antepasados. Nosotros ya estamos presentando notas para intervenir. En muchos otros casos se han hecho profanaciones. Ninguno de nosotros va a ir a sacar un muerto de un cementerio. Para nosotros eso que se encontró no es un yacimiento (como decía la nota), es un lugar de tránsito, de mucha gente”.

Sobre el lugar del hallazgo, Silva aclaró: “Ahí cerca está un lugar que llamamos Los Parlamentos, en esa zona de El Sosneado. Ahí se juntaban a charlar en aquel estado incipiente con nuestros pueblos. El fin de semana estuvimos reunidos en una instancia de La Consulta para hablar justamente de lo que significa para nosotros esto, que no es un pasado, es un presente. Estos territorios están supuestamente en manos de un malayo. Esto que se ha encontrado no son antepasados de los malayos. Son antepasados nuestros. Esto es entonces un llamado a toda la sociedad para poder interpretar la historia y la memoria, para poder entenderlo”.

“Nosotros hemos hecho una historia de Malargüe donde había dinosaurios y de golpe vinimos nosotros y nos estamos salteando todo lo que pasó en el medio. Vemos a veces una intencionalidad en estas publicaciones, una intención de negación, de cosificar…que habla de un pasado y no de un presente. Nos toca a nosotros, los pueblos, rescatarlos de adentro del CRIDC y poder hacer que descansen en paz. Todos tenemos el derecho a nuestra vida y también a nuestra muerte. A descansar en nuestra tierra”, agregó.

Aclarando las formas en las que se van realizando las cosas, Silva dijo: “No hay recetas para esto. Estamos haciendo escuela. Es una construcción colectiva, tanto de lo administrativo como una percepción social, entender que es parte de nuestra historia, de nuestro territorio, no solamente de los pueblos originarios. Detrás de ese espacio hay toda una historia que está contada, no solamente de las cuestiones científicas. De entender cómo estaban, dónde estaban, por qué estaban a orillas del Río Salado. No es solamente un entierro, no son solamente huesos, hay toda una historia detrás de eso, un acontecimiento social. Es parte de nuestra memoria, de nuestros parlamentos. Ellos son los abuelos de todo Malargüe”.

Molesto por algunas formas en las que se publicó la nota que sacó a la luz el trabajo de los arqueólogos, Silva comentó: “En nuestro caso, algo que tiene que ver con La Consulta, no es una relación de amigos, es un procedimiento jurídico. Para darle seguridad jurídica tanto como para los que quieren hacer su investigación, como para nosotros. En esa consulta todo se construye, como la construcción del conocimiento. La cuestión mediática también debe hacerse así. Ahora a nivel nacional o en otros países la gente se va a quedar con que ahí se encontraron restos en Malargüe o San Rafael. Y para nosotros inclusive no existe esa división. Para nosotros eso no es un yacimiento. ¿El cementerio es un yacimiento? No podemos dejar de tener esta mirada cultural y al intervenir también. Cada vez que se despierten estas cosas necesitamos ir a ver con nuestros mayores. Seguramente hay un descanso, algo alrededor de ese territorio, no es solamente -la cosa-, hay un contexto”.

En cuanto a la forma de trabajo y el protocolo para este tipo de casos, Fabricio agregó: “Se nos consultó, pero no se habló antes del procedimiento, para que quede establecido previamente. En este momento se nos ha ido de las manos. Tranquilamente nosotros podríamos hacer una denuncia judicial, porque se está violando un derecho, es como si entraran a tu casa. Nosotros no estamos en esa línea de trabajo, aunque nos de bronca, entendemos que ha sido una cuestión mediática que ha fallado y estamos en diálogo”.

Desde pueblos originarios cuestionaron además las fotos publicadas de los restos humanos encontrados: “Es un retroceso”, manifestaron.

Hugo Tucker opinó también sobre el tema diciendo: “Nosotros antes de intervenir tenemos que tener el permiso de Patrimonio de la Provincia. Como decía Fabricio, la Ley de Patrimonio no está adherida a estos protocolos, pero igual nosotros nos adherimos a ellos porque creemos que, como es Ley Nacional, podemos hacerlo legalmente. No solo solicitamos el permiso de patrimonio sino también de las comunidades. Cualquier ciudadano puede preguntar en la Dirección de Patrimonio dónde y en qué lugres está trabajando cada arqueólogo”.

La Organización Territorial Malalweche ha cursado notas con solicitud de derecho a réplica a varios medios provinciales, por la información que ha sido difundida en base a este tema.

Nota relacionada: 

YPF analiza bajar el precio de los combustibles

Comentarios