“Me preocupa demasiado esta situación”, comenzó diciendo la entrevistada, para luego continuar con su relato, “alrededor de las 11 de la mañana me mataron un perro, era un perrito que andaba en la calle, era adoptado por los vecinos y lo mataron de un balazo.”
La ciudadana vio en horas de la mañana al perro en la vereda, estaba vivo, pero casi no se movía, por lo que llamó al personal de bromatología y fueron ellos quienes le confirmaron que la mascota tenía una herida de bala en la cabeza.
“¿Qué hubiese pasado si en lugar de mi mascota hubiese sido un niño?” Cuestionó la vecina del barrio Güemes.
Al consultarle si había visto a los posibles autores, respondió que antes de las 11 observó a un grupo de niños con piedras y cuchillos en sus manos. “No los culpo, pero, posiblemente pueden haber sido ellos.”
El perro, de unos 10 años de edad y querido por los vecinos de la zona, agonizó por algunos minutos hasta que fue sacrificado por personal de bromatología, según informó la vecina del barrio Güemes.
“Ya no sé qué pensar, esto antes no se veía, tanta delincuencia, tanta maldad, porque lo que hicieron con este perro es algo que nos deja un dolor muy grande a todos,” concluyó indignada y con lágrimas en sus ojos nuestra entrevistada.