Dos facciones antagónicas se cruzaron con golpes, fierros y piedras en la calle Adolfo Puebla. La sede gremial terminó con vidrios rotos y convertida en barricada.
La tensión pos-electoral en el gremio de la construcción explotó en la tarde de hoy en Malargüe, cuando dos facciones de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) se enfrentaron en una violenta batalla campal que obligó una masiva intervención policial.
La tensión pos-electoral en el gremio de la construcción explotó en la tarde de hoy en Malargüe, cuando dos facciones de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) se enfrentaron en una violenta batalla campal que obligó una masiva intervención policial.
El epicentro de los disturbios fue la sede de la UOCRA, ubicada en la calle Adolfo Puebla entre Inalicán y Rodríguez, que había sido tomada previamente por una de las facciones.
La riña y los daños
El conflicto se desató poco antes de las 16:00 horas, cuando un colectivo proveniente de Las Heras, que trasladaba a gremialistas que responden al referente Patricio Olivares, llegó a Malargüe. La Policía de Mendoza ya estaba advertida del arribo del contingente: el micro fue requisado en San Rafael y custodiado al ingresar a Malargüe.
Pese a la custodia, al encontrarse ambas facciones frente a la sede, la calma de la siesta malargüina se disolvió en un violento enfrentamiento con golpes de puño, fierros y piedras.
Como consecuencia, el edificio gremial quedó en el frente con vidrios rotos. Mientras que en el interior de la sede se encontró lleno de piedras, con muebles destrozados y mesas apiladas en las ventanas, utilizadas a modo de barricada.
Intervención policial y negociación
Personal de distintas dependencias —incluyendo Cuerpos Especiales, Bomberos, Investigaciones y Comisaría— debió intervenir masivamente para tomar el control de la situación y separar a los grupos antagónicos.
Una vez controlada la refriega, la facción llegada en el colectivo fue escoltada hacia la Ruta 40 Sur para evitar un nuevo enfrentamiento, mientras que el grupo que mantenía la toma de la sede permaneció en el lugar.
La situación se destrabó alrededor de las 17:30 horas, cuando la facción que ocupaba el local accedió a retirarse bajo custodia policial.
Recuperación de la sede y declaraciones
Inmediatamente después del desalojo, Patricio Olivares, referente de la UOCRA, ingresó a la sede, logrando recuperarla. Posteriormente, el colectivo con los gremialistas de Las Heras retornó al lugar.
En un procedimiento de seguridad, los gremialistas fueron identificados uno por uno por personal policial al descender del micro, con el objetivo de verificar que no tuvieran medidas pendientes con la Justicia.
Olivares dialogó con Malargüe a Diario y dio detalles del conflicto, confirmando que la sede permanecerá cerrada por algunos días para realizar las reparaciones necesarias en el inmueble.
Para garantizar la seguridad y evitar nuevos incidentes, un móvil policial quedó apostado de forma permanente en el exterior de la sede.





