Carta abierta al intendente de Malargüe

Por este medio hacemos llegar nuestro reclamo sobre el estado y funcionamiento de los caniles municipales, donde ingresan los canes derivados de denuncias sobre maltrato o mal comportamiento del animal.

En anteriores ocasiones hemos tratado el tema con funcionarios de turno, quienes se comprometen a solucionar el problema, y hasta la fecha no hay mejoras ni modificaciones. El pasado año 2019, en dos fechas diferentes aceptamos los compromisos de buena fe, pero esta situación no da para más y creemos sumamente necesario insistir en el tema.

Los caniles municipales no tienen las dimensiones adecuadas, no tienen los mecanismos básicos de higiene, ni de seguridad, ni mucho menos de contención para los animales. Frío, humedad, soledad y encierro, suponen el constante estrés de animales que ingresan con comportamientos normales, y se vuelven agresivos y desconfiados. Todas estas condiciones recrean las del maltrato que justamente queremos evitar, y resultan indignantes para todos los que han visitado el lugar y visto por si mismos estos hechos. Cuatro pequeños encontrados muertos dentro de los caniles, lo cual consideramos injustificable siendo un lugar a cargo del municipio.

Insistimos también con que se retomen de manera URGENTE las campañas del quirófano móvil, y no solo castrando machos, si no también hembras, ya que la sociedad no está educada en cuanto a la importancia y los beneficios de las castraciones de machos. Los mitos, la desconfianza, y el propio ego, complican la tarea que debiera ser simple. 20 minutos de cirugía contra una vida de beneficios. Solicitamos también se extienda la campaña a las zonas rurales, lugar predilecto para los abandonadores e irresponsables. Donde se forman los tan odiados perros cimarrones, producto exclusivo de nuestra total irresponsabilidad, y no de la «maldad» del propio can. Situaciones tan fácilmente evitables que resulta absurdo.

Y como consecuencia, el veneno. Veneno que mata desde adentro, usado por gente vacía. Vacíos de pensamiento, vacíos de comprensión, vacíos de entendimiento. Veneno que no solo ataca a nuestras amadas mascotas, sino que además destruye la vida silvestre, que tan pocos entendemos y valoramos. Envenenadores, maltratadores, una sociedad tan poco educada que en primera instancia pide muerte sobre moral. Tanta falta de empatia que la palabra más usada es «PERRERA». La misma que desde hace años es ILEGAL, una pelea que dió frutos cuando fue prohibida, y seguimos en la lucha para que nunca vuelva.

Seguimos luchando por la única solución ética y efectiva de control poblacional: Castraciones! masivas, gratuitas, tempranas, sostenidas en el tiempo, ininterrumpidas, porque el bienestar de esas pequeñas vidas, es imprescindible, y siempre urgente. Hace casi un mes hicimos llegar nuestro reclamo de manera formal, mediante una nota, al municipio. Queremos respuestas, pero más que respuestas, exigimos hechos. Y el compromiso de una sociedad que pide pero no cumple.

AVECOBAM

Asociación de vecinos comprometidos con el bienestar animal y la salud pública de Malargüe.

Foto: De archivo/ilustrativa. 

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