El actual director de Agricultura y Ganadería, Jorge Céspedes, en diálogo con nuestro medio expuso detalladamente las razones que justifican la clausura de la planta mayor del Matadero Frigorífico Municipal, cuyos puntos se explican a continuación.
En primer lugar, el funcionario sostuvo que se incumplía la normativa nacional vigente ya que el edificio del matadero presenta un marcado deterioro y abandono y no se tenía en cuenta el reglamento de inspección de productos y subproductos derivados de origen animal detallado en el decreto 4238/68, que en el capítulo tercero hace referencia a las condiciones a las que debe ajustarse una planta frigorífica, en relación a construcción e ingeniería sanitaria de establecimientos faenadores, mientras que en su artículo cuarto menciona todo lo referido a obras sanitarias, es decir, al mecanismo o los sistemas de descontaminación del efluente industrial.
En este sentido, señaló que el estado de conservación y mantenimiento de los sanitarios, la oficina de inspección veterinaria y otras áreas de la planta mayor presentaban falencias que no garantizan las condiciones de higiene y salubridad requeridas para una planta de dichas características.
Entre las irregularidades encontradas nombró lavamanos que no funcionan, paredes rotas que no se pueden limpiar, pisos con grasa, falta de protección anti-insectos e indicó que, luego de hacer el muestreo de agua de la salida de corrales, playa, zona sucia, intermedia y limpia, detectaron la presencia de coliformes: bacterias contaminantes y de riesgo para la salud.
“En principio, esta bacteria es contaminante para la res y si no se tienen los recados adecuados puede generar un problema para el consumidor pero, felizmente, esta problemática ya fue remediada”, aclaró. Asimismo, llevó tranquilidad a las personas diciendo que los últimos análisis fueron controlados por el SENASA.
Sobre esto, también explicó que la planta cuenta con un sistema de tratamiento de efluentes que costó una elevada suma de dinero y nunca fue utilizado. No obstante, explicó que, hasta que se este se pueda poner en funcionamiento, esta tarea se realiza con un camión atmosférico que absorbe el efluente para ser trasladado a la cubierta sanitaria donde recibe el tratamiento adecuado.
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En relación, a los circuitos de entrada de las jaulas, Céspedes explicó que las sucias deben ingresar por un lado, descargar la hacienda y regresar por el camino inverso para su posterior lavado y desinfección, mientras que las higienizadas deberían entrar por otro sitio, pero esto pasaba porque una de las entradas estaba anulada. “No se pueden mezclar los circuitos de entradas. Esto es una falta grave que establece la normativa vigente”, remarcó.
Por otro lado, contó que durante el diagnóstico de situación, realizado en el transcurso de la primera semana de trabajo, “por casualidad o causalidad” se observó el extravío de animales de y hasta un robo en la planta.
Al respecto, mencionó la pérdida de una res de un usuario. “Durante el mes de diciembre ingresa una tropa de 124 cabezas a la zona sucia para iniciar el proceso de faena de caprinos y luego del respectivo sangrado, cuereo, desviscerado, inspección, sellado y lavado, sin mediar ningún tipo de decomiso de ninguna res, ingresan a cámara frigorífica 123”, apuntó.
“En ese caminito se perdió”, ironizó Céspedes y agregó que todas las acciones ameritaron denuncia policial y el inicio de acciones sumariales administrativas para los operarios que están involucrados en los distintos sectores con responsabilidad.
“Con ese último hecho, finalizó la investigación e inmediatamente se confeccionó un informe técnico que fue elevada con la sugerencia de inhabilitación”, relató y, en ese marco, el director dio la orden de frenar el ingreso de hacienda para faena intertanto se defina administrativamente dicha solicitud.
“En las actuales condiciones en que se encuentra la planta, como técnico, no puedo permitir que se efectúe ningún proceso de faena, especialmente, por la falta de garantía de las condiciones higiénicas y sanitarias”, resaltó.
Asimismo, el funcionario manifestó que luego de la inhabilitación de la planta mayor se ejecutará el proceso de rehabilitación acorde a lo que establece la normativa vigente y anticipó que ya han establecido, junto al Director de Obras Públicas, un cronograma de actividades de reparación a fin de acondicionarla y ponerla en funcionamiento pronto.
En tanto, confirmó que de los dos matarifes matriculados que faenaban bovinos allí, uno los está enviando a San Rafael y el otro los está demorando un tiempo.
No obstante, afirmó que la planta menor, donde se faenan los caprinos, está en funcionamiento con el condicionante y la observación del sistema de tratamientos de efluentes.
Por último, Céspedes expresó que, en base a lo observado, “se ha obrado de manera irresponsable para con el normal funcionamiento de la planta”.
El funcionario dijo que no ha podido hablar con quién estaba a cargo de dicha dirección pero exteriorizó que, más allá de lo que argumente, ha habido “una falta de gestión absoluta y de resguardo de la salud de la comunidad”.