Mauricio Ferreyra ocupaba el cargo de subcomisario en la Comisaría N° 24 y decidió retirarse de manera voluntaria. Actualmente ya no pertenece a las filas de la fuerza pública. Al respecto, el comisario Luis De Miguel dialogó con nuestro medio. “Para nosotros es una gran pérdida, nos aflige esta situación porque Ferreyra es una gran persona, muy buen compañero, buen jefe y, además, él se propiciaba como futuro jefe de la Comisaría”, indicó.
Sobre el motivo de la drástica decisión de Ferreyra, De Miguel supuso que puede ser por distintos aspectos, en los que coinciden, como “el esfuerzo que uno le pone; acá dedicamos muchas horas y vemos que, más allá de todo lo que hacemos, no podemos darle una respuesta adecuada a la comunidad y eso nos lleva a que, por una cuestión de dignidad, tomemos la decisión de irnos”.
Teniendo en cuenta la falta de personal, el comisario anticipó que momentáneamente, de acuerdo a cómo está planteada la organización interna y la estructura orgánica, el lugar de Ferreyra lo ocupará el principal Víctor Andrade, quien hasta hace un par de meses dirigía la policía de tránsito del departamento y que, posteriormente, fue reubicado en la Comisaría 24. “Esto no es lo ideal, por una cuestión de orden y jerarquía, pero tengo que hacer la reestructuración en base a los elementos que tengo”, agregó.
“Ustedes han visto los móviles que tenemos, cómo trabajamos, como así también las horas que metemos y, por ahí, no tenemos respuestas. Lo único que se ha arreglado es la parte nueva del CEO, pero la verdad es que aquí los policías trabajan en una situación paupérrima. En la época en la que estamos viviendo realmente estamos atrasadísimos, los calabozos parecen una cucha de perro, tienen rejas y piso nada más. La verdad es que no estamos acorde a las circunstancias”, sostuvo De Miguel, en lo que respecta a los recursos de los que dispone.
Dadas las circunstancias, las declaraciones del comisario pueden llegar a acarrearle algún dolor de cabeza. De hecho, así lo suponen también algunos policías de la misma repartición. “A los superiores no les gustan ciertas declaraciones del comisario De Miguel; muchas veces, cuando ha dicho los nombres de los delincuentes, después le llaman la atención y que muestre la realidad de la comisaría a muchos no les gusta; tenemos muchas falencias y muchos tratan de ocultarlas”, nos han hecho saber.
Sobre cómo tomaron el retiro de Ferreyra las autoridades a nivel provincial, De Miguel explicó que “no ha caído nada bien, no en el sentido que estemos enojados con él, sino que perdemos a un gran valor, a un hombre de confianza, trabajador, respetado y que se va con todos los laureles. Lamentablemente uno acá se da cuenta que no estamos bien como institución, porque los buenos oficiales se van y no debería ser así. Esto es una señal, porque si se va un oficial jefe con escasa antigüedad y con todo el potencial que tenía por delante significa que hay algo que no está bien”.
“Yo también estoy a punto de irme, no quiero decir que me vaya a ir, pero estoy con un pie afuera”, concluyó el comisario actual.