El jueves, pasadas las 00:20, ocurrió un confuso hecho en un bar ubicado en la calle Villa Nueva 1875, de la ciudad de Malargüe. Allí Daniel Corales, de 28 años, recibió un disparo de arma de fuego por lo que fue trasladado de urgencia al Hospital Regional y se le diagnosticó herida de arma de fuego en la cabeza con pérdida de masa encefálica y orificio de entrada y de salida. Teniendo en cuenta la gravedad de la lesión el herido fue trasladado al hospital Schestakow del vecino departamento de San Rafael, donde quedó internado en delicado estado. Alrededor las 9:20 de ese día jueves el joven malargüino falleció.

En el lugar del hecho personal policial encontró un arma calibre 38 largo y además se le tomó declaración a las personas que presenciaron lo ocurrido. En un principio se creyó que podría haberse tratado de un suicidio pero con el correr de las horas los investigadores lograron esclarecer lo que realmente ocurrió esa madrugada del jueves.

El subcomisario Alejandro Domínguez, jefe de la unidad investigativa en Malargüe, explicó a Malargüe a Diario que en el bar hubo una riña y Corales salió junto a otras personas y afuera se disparó con el arma en la cabeza. El disparo fue aparentemente sin intención, según recalcó Domínguez, por lo que se descarta que se haya tratado de un suicidio o de un homicidio.

El entrevistado agregó que cuando Corales salió del bar para discutir con otras personas intentó efectuar tres disparos al aire y como los disparos no se efectuaron creyó que no estaba cargada. Posteriormente se apuntó él mismo y cuando gatilló nuevamente el arma sí disparó y una bala le impactó en la cabeza.

En este hecho intervino el Segundo Juzgado de Instrucción, a cargo de Pablo Peñasco y quedó caratulado como averiguación de muerte accidental.

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