La expedición del Sur fue destinada por el militar y dirigente chileno, Ramón Freire Serrano.
Este personaje histórico nació el 29 de noviembre de 1788 y falleció en diciembre de 1851. Era hijo de don Francisco Antonio Freire y Paz y doña Gertrudis Serrano y Arrechea, dama de ilustre linaje. Por su inclinación militar había sido destinado al Colegio de Nobles de Madrid, pero su padre falleció y se imposibilitó sus estudios.
Luego, en el año 1805, inició su carrera militar, ingresando como cadete en el cuerpo de Dragones de la Frontera. Actuó con heroísmo y eficacia en las campañas de la Patria Vieja. En la Batalla de Rancagua, en 1814, luchó como capitán y emigró a Mendoza con los patriotas derrotados. Más tarde, se radicó en Buenos Aires y allí formó parte de la expedición corsaria del Almirante Brown. En 1816, regresó a Buenos Aires y se encaminó de nuevo a la provincia cuyana luego de su gran correspondencia con Bernardo de O’Higgins.
Como figura histórica, Ramón Freire fue constantemente considerado por la historiografía conservadora como poco hábil para el ejercicio de los cargos que se le encomendaron, ya que vivió constantemente a la sombra de su antecesor, Bernardo O’Higgins, y por parte de quien ejerció el poder real tras su caída, Diego Portales.
Pese a eso, y gracias al trabajo de diversos historiadores (especialmente Gabriel Salazar), su figura ha sido objeto de un nuevo y renovado análisis, donde se destaca su rol como dirigente en el proceso de organización e independencia de Chile.
Ramón Freire en Mendoza
A fines de octubre de 1816, Ramón Freire llegó a la provincia de Mendoza a encontrarse con el Gobernador y Jefe del Ejército de Los Andes, José Francisco de San Martín. Allí se realizaba la preparación del ejército que atravesó la Cordillera de los Andes para recuperar la independencia de Chile.
Según el autor René Echaiz, “había una gran actividad de arrieros, carros, de soldados y el ruido permanente de yunques y de las armas en ejercicio. Trescientos operarios dirigidos por el Padre Beltrán, habían fabricado bayonetas, granadas, herraduras. Álvarez Condarco había fabricado pólvora, paños, bayetas y bayetillas…”
Así, narra el autor, Freire se presentó ante San Martín como Capitán de Caballería de Ejército Chileno de la Patria Vieja para prestar sus servicios al Ejército de los Andes. El argentino mostró una actitud acogedora, lo aceptó al instante y decidió incorporarlo a su cuerpo militar.
Preparativos de la misión
Una vez organizadas las tropas del Ejército de los Andes, José de San Martín, que conocía la distribución del ejército chileno y el estado de los pasos cordilleranos, dispuso que dos columnas cruzaran Los Andes por el Paso de Los Patos y Uspallata, ambos en Aconcagua. Al mismo tiempo, constituyó dos columnas por el norte: una por el paso de Comecaballos, frente a Copiapó, y otra por el paso de Calingasta, frente a Coquimbo. Una quinta columna, de reducido tamaño, emprendió camino por el paso el Portillo, frente a Santiago.
Finalmente, pensó que también era necesario que una columna fuera por la zona centro–sur del territorio chileno y formó la llamada “Expedición del Sur”, la cual debía cumplir una importante misión.
Todas las columnas llevaban un objetivo claro y concreto que cumplir, debían seguir una ruta y el itinerario que se les había fijado y, a su vez, cruzar la cordillera por los boquetes determinados.
La Expedición del Sur hizo excepción de las normas. Según el autor René Echaiz, “contario a lo que siempre se creyó por historiadores argentinos y chilenos, esta columna no estaba destinada específicamente a ningún lugar determinado del país, sino a una amplia e imprecisa zona. No llevaba misión concreta alguna. Solo debía realizar operaciones rápidas y audaces para hacer creer que constituía la avanzada del grueso del ejército y sublevar a la población”. Es decir, que no se le había señalado ruta, itinerario y el boquete o paso cordillerano que debía usarse. Era una expedición volante, destinada a avanzar y actuar según las circunstancias.
Al conocer a Ramón Freire, San Martín creyó en que tenía al hombre preciso para la Expedición del Sur. Su juventud, poseía solo 29 años, y su valor, la experiencia adquirida en campaña y su preparación como oficial de caballería, lo hacían apto para encabezar la aventurada empresa.
Cuando, decidió encomendarlo al comando de la columna, el general le dio las características de la misma en la más estricta reserva.
San Martín y Freire organizan así la columna. Se ocupan de la tropa, el armamento, los víveres y el tránsito por la amplia y desolada región que se extendía al sur de la provincia.
Como primer paso, fue necesario asegurar el libre tránsito de los hombres por entre las tribus puelches y pehuenches, cuyas tolderías se encontraban en la parte sur de las tierras cuyanas.
En septiembre de ese año, se celebró un parlamento con los pehuenches en el Fuerte San Carlos. En medio de los festejos y regalos, la tribu le ofreció libre paso por sus tierras, ganado y alimento para las tropas durante el trayecto.
La finalidad de esta reunión, tenía dos metas precisas: una era engañar a los aborígenes para que estos transmitieran información falsa al otro bando y, la otra, mantener para la columna de Freire el apoyo de los aborígenes.
Ambos objetivos fueron cumplidos debido a las características de comunicación de los pehuenches, quienes transmitieron íntegramente todo al otro lado de la cordillera.
Según las publicaciones sobre las Rutas Sanmartinianas de la Universidad Champagnat y del libro “San Martín, Libertador de Argentina, Chile y Perú. Cruce de los Andes, análisis logístico”, las dificultades del cruce de Los Andes desde una visión técnica de la campaña son:
Transporte | · Gran cantidad de animales
· Hombres, víveres, armas, etc. transportado en mulas · La necesidad de fabricar zorras, por la imposibilidad de usar carretas · Necesidad de herrar los animales · Construcción de aparejos |
Marchas | · Posibilidad de operar solo en verano
· Sendas muy angostas y caminos de cornisa · Marchas de uno en fondo – alargamiento de las columnas, menor comunicación, importancia de la distribución · Velocidad a paso de mula · Marchas retardadas por el peso de la carga
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Altura y Temperatura | · Inconvenientes por la altura y el soroche
· Cambios bruscos de temperatura, falta de aclimatación |
Recursos | · Agua, pasto y leña
· Necesidad de asegurar el agua, no descender hasta los lechos de río |
Vestimenta | · Poncho y tamangos
· Necesidad de dormir a lo arriero |
Comidas | · Charqui
· Maíz molido · Trigo tostado · Cebolla, ají, frutos secos · Legumbres secas · Queso · Vino – Agua ardiente |
Total efectivos del Teniente Coronel Ramón Freire | · 105 hombres
· 22 víveres · 28 bagajes · 2 caños · 20 cargas · 175 mulas de silla · 70 mulas de carga |