Desde varios sectores de la ciudad, llegaron a nuestro medio quejas respecto a la cantidad de cloro que tenía el agua e, incluso, algunos sostenían que era prácticamente “intomable”.
Malargüe a Diario consultó por este tema a la oficina departamental de Aguas Mendocinas. “Hubo un exceso de cloro en base a los parámetros que la gente está acostumbrada pero no nos pasamos de los niveles exigidos por el organismo de control, el Ente Provincial Aguas y Saneamiento (EPAS) ni lo que indica la Organización Mundial de la Salud”, aclaró Moya.
El funcionario explicó que “la población está acostumbrada a cierto nivel de cloración y cuando nos salimos un poquito de ahí se hace muy notorio”.
Los reclamos de los vecinos se hicieron escuchar desde el jueves de la semana pasada y, de acuerdo a lo expresado por Moya, ya se hicieron las acciones correspondientes para volver a “los parámetros normales que están acostumbrados”.
Al respecto, comentó que la semana pasada hicieron un gran movimiento operativo, tomaron las muestras pertinentes para enviar a Mendoza y dar tranquilidad a la gente y lavaron las cañerías.
Además, explicó que se bien se realizaron observaciones generalizadas al personal no se hizo ningún llamado de atención en particular porque “no se ha incumplido nada”.
El encargado de la repartición insistió en que la cantidad de cloro “no fue la habitual pero estuvo dentro de los parámetros normales exigidos y no hubo, tampoco, ningún tipo de contaminación”.
Por su parte, el director del Hospital Regional, doctor Genaro Gerbaudo, fue consultado por este medio sobre si habían ingresado al nosocomio pacientes con algún síntoma por el exceso de cloro, a lo que respondió que ninguna paciente ingresó a la guardia por problemas después de haber bebido agua potable.