La obra del Hospital Malargüe avanza progresivamente y algunos de los sectores nuevos ya han sido habilitados, como es el caso de la sala de terapia intensiva, guardia, consultorios, farmacia, entre otros, pero el edificio necesita de recursos materiales para equipar otras áreas, es por esto que el gobernador de la provincia gestionó un depósito para el nosocomio de Malargüe y ya el año que viene ingresaría otra suma de dinero, informó el doctor Genaro Gerbaudo, Director del hospital.
Gerbaudo indicó que el dinero fue utilizado para comprar 32 camas ortopédicas, 32 mesas de luz, 32 colchones, 2 respiradores, 1 incubadora neonatal, 2 camas para terapia intensiva, 4 monitores multiparamétricos, 10 sillones confortables para las madres que se quedan a cuidar a los bebés, armarios, estanterías y 54 sillas para las salas de espera, tanto de consultorios como de la guardia, un arco en C destinado a quirófano, dos camas para cirugías, un esterilizador y una máquina lavadora.
Sobre los aparatos viejos que el hospital ya no utilizaría como camas, colchones y demás, Gerbaudo comentó que junto a uno de los contadores del nosocomio, quien hace la parte de seguimiento e inventariado, están viendo la posibilidad de que esos objetos sean entregados a las instituciones sin fines de lucro que lo necesiten, “porque la idea es que se queden en el departamento ya que se encuentran en buen estado”, agregó Genaro.
Adquisición de la cama TPR
El director del nosocomio también informó que se ha comprado una cama que se denomina TPR, ya que sirve para el trabajo de parto, el parto y la recuperación. Esta adquisición fue comprada con el dinero recaudado de los planes sumar.
Gerbaudo destacó que en Mendoza hay dos camas de este tipo, una se encuentra en el departamento de Las Heras en el Hospital Ramón Carrillo y la otra está en Malargüe desde hace unos días.
Para finalizar la nota, Genaro explicó que esta cama ofrece la posibilidad de que la parturienta tenga la posición más cómoda, pudiendo transformarla desde la posición horizontal de una cama de una plaza, a la de un sillón obstétrico apto para el parto vertical con el respaldo de 90 grados, pasando por la posición obstétrica intermedia de 120 grados. Además está dotada de ruedas, lo que admite el traslado de la paciente al quirófano en caso de cesárea y su devolución a la habitación después de la intervención.