El recorrido de una vida hecho palabras: “Huellas de un andar”

Como lo define su autor, “son historias y reflexiones de un caminar sin pausa por la vida”.

Raúl Villarromero es un artista nato, goza de escribir, cantar y, además, compartir esas creaciones con gente de su entorno y también de más allá.  Antes de conocerlo, llama la atención la doble “r” de su apellido, la cual no es un error.  Raúl, con orgullo y hace tiempo ya, decidió unir los apellidos de su padre y de su madre.

Hoy, luego de una vida plagada de experiencias y altibajos, decidió compartirlas con todos.  Con la escritura se siente cómodo y se nota.  “Huellas de un andar” es una obra de 154 páginas. “Mis libros anteriores hablan de identidad, de folclore, de tradición, y “Huellas de un andar” tiene que ver con las reflexiones de alguien que se puso de cara a la vida, tratando de aprender de los malos momentos, que dejan al menos una enseñanza, para intentar reflejar algo”, confesó para Malargüe a Diario Raúl Villarromero.

El autor también expresó que no está conforme con la realidad que vivimos y afirmó: “Hay gente que no la ve tal como es, he notado de parte de los padres muy poco compromiso para con los niños y adolescentes, un poco de eso también hay en el libro.  Además hay un relato dedicado a los maestros rurales, porque también me ha tocado trabajar en la zona rural y he visto el esfuerzo de ellos”.

En “Huellas de un andar” hay cuarenta y tres historias y “reflexiones más sobre distintos temas de la vida, contadas en primera persona y a manera de relatos, poesías y primeros ensayos de cuentos. Testimonios personales, historias que suceden a cada momento, que fui recogiendo de mi propia gente, haciéndolas mías, aportando mi opinión y por qué no, mi fantasía”, manifestó Villarromero. Otros de los temas presentes en su el libro se: el amigo, la clase pasiva, la vida que termina, la felicidad, el amor, la navidad.  También toca otras temáticas, como las separaciones y los reencuentros, el envase y el contenido. El pueblo y el gobierno, lo que espera de la democracia, de los artistas locales, y lo que para él significa, ser Artista, del milagro de la vida, del haber sido testigo del nacimiento de tres cachorritos, de perder y recuperar la fe, la esperanza, del coraje y la dignidad que hace falta para empezar de nuevo.

Consultamos a Villarromero si a través de esta nueva obra intenta cambiar la realidad con la que no está de acuerdo y de forma clara y rotunda contestó: “Siempre digo lo mismo, sé que una golondrina no hace verano, pero también sé que, al menos, lo anuncia por eso yo desde mi pequeña trinchera hago mi aporte”.

Raúl Villarromero cuenta con seis libros publicados, cuatro propios y dos antologías (una fruto de un concurso literario organizado por él y la otra es una recopilación de los trabajos de su taller de lectura que tuvo hasta el año pasado en diferentes CAE).  “El autor no es importante, lo importante es la obra que es lo que perdura, yo sé que de mí se van a olvidar el día que me vaya, pero tengo la esperanza que no se van a olvidar de lo que canté y lo que dejé escrito”, finalizó Villarromero.

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