Elecciones en Malargüe: El desafío de un «no político»

Arrieta, de Provincias Unidas, cuestiona a la «vieja política» y pide confianza para «devolver el poder a los vecinos».

A pocos días de las elecciones de este domingo 26 de octubre, el clima político en Malargüe se caldea con la irrupción de voces que buscan romper con las estructuras tradicionales. En una entrevista con Malargüe a Diario, Oscar Arrieta, candidato a concejal en primer término por la lista Provincias Unidas Malargüe, lanzó duras críticas a la dirigencia actual y se postuló como la alternativa de la «gente de trabajo».

Arrieta no dudó en describir un panorama social complejo: “Hemos recorrido el Departamento y la necesidad de trabajo, familias que se rompen porque los jóvenes se van, funcionarios ausentes, parajes cada vez más solitarios. La droga que avanza, la problemática del suicidio por citar algunos”.

El candidato fue categórico al sentenciar que “los dirigentes políticos están en deuda con nuestra población. Siempre los mismos haciendo lo mismo”.

«Para la vieja política solo somos números»

Consultado sobre su visión de la vida y la política, Arrieta apeló a sus orígenes: «Vengo de una familia de trabajo, donde aprendí desde chico que las cosas se logran con esfuerzo, con honestidad y con la palabra cumplida». Desde esa perspectiva, el candidato enfatizó que la política actual ha perdido el rumbo.

«Es doloroso como para la vieja política solo somos números, no personas. Tengo muy en claro que la política debería estar estructurada en la base del respeto a la dignidad de la persona», afirmó con contundencia nuestro entrevistado.

Arrieta, que se presenta como un hombre con experiencia en gestión, propone trasladar esa visión al Concejo Deliberante bajo tres pilares fundamentales: trabajo en equipo, planificación y presencia. Para él, la clave es poner la «bandera Malargüe muy alto» y gestionar «sin importar banderas políticas», priorizando el diálogo con «escucha activa».

El desafío de la crisis de representatividad

La motivación central para dar el salto a la política, según Arrieta, es la «crisis de representatividad» que sufre la comunidad.

«No se puede ser indiferente a la situación que estamos sufriendo. Queremos y trabajamos para cambiar la forma de hacer política», aseguró.

Su propuesta central es devolver el poder de decisión a los ciudadanos: «Creo en una democracia real, donde el poder vuelva a estar en manos de los vecinos, donde las decisiones se tomen escuchando a la gente y no desde un escritorio». Para lograrlo, promete ser un funcionario accesible y transparente, proponiendo una articulación eficiente entre el sector público y privado.

Minería y el llamado a la unidad

Respecto a la minería, un tema sensible en la provincia, el candidato mostró una postura clara: «Claro que sí, es una actividad lícita y con mucha regulación». No obstante, enfatizó la necesidad de legislar y controlar para garantizar que «la mano de obra sea malargüina y no descuidar al medio ambiente».

Finalmente, en su mensaje de cierre a los vecinos a días de ir a las urnas, Arrieta hizo un llamado a la confianza y a dejar atrás el escepticismo: “Que no pierdan la esperanza. Que se puede hacer política con valores, con trabajo y con corazón”.

«No vengo de la política tradicional, vengo del trabajo, del esfuerzo y de la clara convicción que Malargüe puede cambiar si todos nos animamos juntos y unidos a hacerlo distinto», concluyó, pidiendo a los malargüinos que lo acompañen no solo con el voto, «sino con su confianza».

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