Estas votaciones marcarán seguramente un antes y un después también para el justicialismo malargüino, ya que tal vez, por la soberbia, el individualismo, la subestimación y la pobre gestión gubernamental de sus dirigentes, principalmente en los últimos años, echaron por tierra lo que habían comenzado a construir allá por el año 1995 con la intendencia de Celso Jaque.
Es cierto que el pueblo se cansó, también, de no ser escuchado y no obtener respuestas a sus reclamos y no confió en las propuestas del candidato del Frente para la Victoria, Héctor Rasso, por lo que votó por el cambio que bien supo transmitir durante la campaña el Frente Cambia Mendoza, integrado en Malargüe por dirigentes de la UCR, del MOPOMA, del PD, del PRO y algunos independientes.
Los números finales indicaron que para la categoría a intendente, Jorge Vergara Martínez obtuvo 8597 votos (49,70%) y Héctor Rasso, 7720 (44,63%), siendo electo mandatario municipal por cuarto periodo el candidato del Frente Cambia Mendoza con una diferencia de 877 votos. En esta categoría, de las 17.298 personas que sufragaron (77,83%) solo un 4,8% lo hizo en blanco.
Si bien en todas las otras categorías se impuso este frente, que a nivel provincial consagró a Alfredo Cornejo como el nuevo gobernador, hubo algunas diferencias que son interesantes de analizar y dar a conocer.
En relación a los cinco concejales que se elegían para renovar el cuerpo deliberativo, el FCM obtuvo 8205 votos (48,22%) logrando 3 bancas, sobre los 7543 del FPV (44,33%) que obtuvo dos.
De este modo, a partir del próximo periodo el Concejo Deliberante quedará equiparado en cuanto a los representantes de las fuerzas políticas. El justicialismo tendrá a los ediles Marina La Rosa, Graciela Viollaz, José Barro, que continúan en el cargo, y se suman los electos Raúl Rodríguez y Rodolfo Cabezas, quienes reemplazarán a José Oyola, Eduardo Coria y Juan José Narambuena.
De lado del Frente Cambia Mendoza o UCR también habrá 5 ediles ya que cumplirá su mandato Liliana Martínez, continúa Gladys Ruiz, cumple y renueva por un periodo de cuatro años la mopomista Paola Paleico, sigue Patricia Cecconato y se suman los electos Fernando Glatigny y Mauricio Martínez.
En la categoría senadores provinciales fue donde menos votos obtuvo el Frente para la Victoria en nuestro departamento, siendo que el primer representante del Cuarto Distrito fue el actual intendente de Malargüe. Su opaca imagen hizo que el electorado realizara un importante corte de boleta o bien optara por el voto en blanco en esta categoría. Así es que el FCM consiguió 8150 votos (47,5%), el FPV, 7029 (40,9%) y 1087 personas votaron en blanco. De todos modos, por su ubicación en el primer lugar de la lista y el triunfo del justicialismo en San Rafael, Agulles ocupará una banca en el Senado.
También hay que destacar que resultó electa la malargüina Norma Pagés, exedil de la UCR, que ocupará un lugar en la Cámara de Diputados de la Provincia. En esta categoría, el FCM alcanzó los 8108 votos (47,215) y el FPV, 7190 (41,875).
Por último, en el rubro a gobernador y vice, Alfredo Cornejo-Laura Montero, candidatos del FCM consiguieron 8272 votos por sobre los 7312 que alcanzó la dupla justicialista Bermejo-Palau. En tanto, el Frente de Izquierda (FIT) superó en estas categorías los 700 sufragios, redoblando los obtenidos en las elecciones PASO del 19 de abril.
¿Quién fue el culpable de la derrota del justicialismo malargüino?
La jornada del 21 de junio no será recordada de la mejor manera por la dirigencia justicialista de nuestro departamento. El motivo está más que claro. Para sorpresa de muchos, y después de 20 años en el gobierno municipal, ese día, el Frente para la Victoria fue derrotado en las elecciones generales por el Frente Cambia Mendoza, agrupación política liderada por la UCR.
El 70,49% de los votos obtenidos en conjunto por el Frente para la Victoria en las elecciones PASO del 19 de abril sobre el 22,10% de Cambia Mendoza trajo un aire de “triunfo casi asegurado y continuidad de proyecto” para el partido justicialista. Era una victoria clara y contundente, con votos pertenecientes a candidatos de un mismo partido pero con ideas y proyectos distintos. De hecho, en esas internas, el triunfo acotado de Héctor Rasso sobre José Barro dejó heridas que no sanaron a pesar de querer mostrarse ante el electorado “unidos” de cara a las generales y listo para seguir gobernando.
Y aquí las matemáticas son claras. El FPV en las PASO obtuvo en conjunto 12136 votos, de los cuales 5014 los sacó Rasso, 4779 Barro, 2305 Sáenz y tan solo 38 Rojas. El Frente Cambia Mendoza fue liderado por Jorge Vergara Martínez, cuyo sector obtuvo 2291 votos y el de Juan Ojeda 1515. Con estos números a favor, el justicialismo se aseguraba la continuidad, ya que traducido al mundo futbolero era como ganar 5 a 1.
Sin embargo esa diferencia no pudo mantenerse ni consolidarse en la elección general, para sorpresa de muchos, pero no tanto para otros, si se analiza fríamente lo que sucedió. Individualismos, rencores, broncas, egoísmos, soberbia, mala imagen de algunos funcionarios, gestión degastada fueron algunos de los inconvenientes que aparecieron y llevaron al electorado a darle la espalda al candidato oficialista Héctor Rasso.
Es aquí que en las elecciones generales realizadas este domingo 21, de los 12136 votos que obtuvo el FPV en las PASO ahora consiguió solo 7720, o sea una diferencia negativa de 4416 sufragios. Y, en ese mismo sentido, el FCM, que había sacado 3806 votos, en las generales aumentó a 8597, es decir una diferencia positiva de 4791 votos. Casualidad o no, números más, números menos, fueron los que obtuvo José Barro en la interna del justicialismo y que a decir de los propios allegados a quien fue candidato a intendente del PJ, fue la cifra que cambió la elección.
En cuanto a los culpables de la derrota, sin dudas, el actual mandatario municipal tiene mucho que ver. Es cierto que la gente quería un cambio y optó por alguien del llano, humilde y apegado a las cosas simples de la vida cotidiana como Jorge Vergara. Y no le otorgó el apoyo a un dirigente joven, con experiencia a nivel nacional pero que no terminó de convencer.
Tal vez Rasso tuvo que lidiar con la pesada mochila que significó la mala gestión de Juan Agulles, “un invento político” de Celso Jaque, que llegó a traicionar políticamente a su gestor. El intendente no supo o no quiso escuchar al pueblo en sus reclamos cotidianos y, además, con falta de liderazgo, se rodeó de funcionarios muy criticados por la sociedad malargüina.
Esa pobre gestión agullista, basada en la soberbia, principalmente, y el acercamiento de algunos “personajes” que fueron y son parte del actual gobierno municipal, no le ayudaron a Rasso a llegar a la intendencia, así como innumerables inconvenientes internos que terminaron deteriorando al justicialismo local.
Claro que en el otro sector de la vereda, el Frente Cambia Mendoza, aprendiendo de errores que tuvo en elecciones anteriores y con una ingeniería política inteligente, reagrupó a dirigentes de diferentes partidos políticos detrás de la figura del exintendente Jorge Vergara Martínez, sumó el apoyo de muchos jóvenes, independientes y justicialistas desahuciados, supo convencer a través del eslogan del “cambio” y logró recuperar, después de 20 años, la intendencia municipal.
A partir del 10 de diciembre, “don Jorge”, como lo llaman los ciudadanos, y su equipo de trabajo deberán hacer realidad ese “cambio” que propiciaron en la campaña y demostrar en los próximos cuatro años que la elección que hizo el electorado malargüino no fue en vano.