Se llevó a cabo en conmemoración del día del Niño por Nacer y contra la despenalización del aborto. Según los organizadores, alrededor de 2000 personas dijeron presente.
El 25 de marzo, coincidiendo en muchas partes del mundo, se conmemora el Día del Niño por nacer, fecha que busca recordar, promover y defender la vida humana desde la concepción en el vientre de la madre. Es por ello que varias organizaciones pro vida organizaron una marcha en distintos puntos del país, a pocos días de tratarse la despenalización del aborto en el Congreso Nacional.
Malargüe no estuvo ajena a esta protesta, alrededor de 2000 personas, entre grandes y chicos, se congregaron en el Reloj del Cincuentenario a partir de las 18. La marcha fue convocada por una ONG a nivel provincial, Unidad Pro Vida Frente Joven, y desde Malargüe a Diario dialogamos con uno de los asistentes, Daniel Jofré, quien se autodefine como un ciudadano del montón que defiende la vida como primer derecho humano. “No solo participó la Iglesia Católica sino que se invitó a participar a toda la sociedad, aunque hubo mucha gente católica y casi todas las iglesias Evangélicas”, cóntó.
Se marchó por la avenida San Martín hasta la plaza homónima, donde se leyó un manifiesto, que se había consensuado entre todos los organizadores, a favor de la vida y dando diferentes opciones alternativas al aborto. Para el cierre, se presentaron grupos folclóricos y también participaron agrupaciones gauchas.
Fotos: Gentileza grupo Pro Vida
Según nuestro entrevistado, durante la manifestación no se demostró ningún tipo de agresión contra quienes piensan diferente, “sólo se le reclamaba a los legisladores por políticas alternativas al aborto, que se trate a las mujeres embarazadas y a los no nacidos con riesgos sociales antes de llegar al aborto, pensamos que el aborto es como apagar el fuego con nafta, se mata una vida y la madre queda con daños psicológicos, por eso todo el dinero que se pretende invertir en la ley de aborto que se invierta para el cuidado de la mujer embarazada y los niños, que tengan una contención”.
Sobre la convocatoria, Daniel expresó que superó ampliamente las expectativas, “pero estaba abierta a que participaran no sólo las entidades religiosas sino todo el mundo, está bueno que hayamos logrado eso, no es una lucha religiosa sino social y por la vida”.
DISCURSO MARCHA POR LA VIDA 25 DE MARZO-MALARGÜE-MENDOZA
Muy buenas tardes:
Hoy, 25 de marzo, Día de los derechos del niño por nacer, venimos a decirle al país que ¡Malargüe le dice SÍ A LA VIDA!
Venimos a expresar, convencida y respetuosamente, que toda vida humana debe ser recibida y cuidada desde la concepción hasta su fin natural. Al hacerlo, deseamos expresar nuestra convicción con respeto y sin ningún tipo de discurso agresivo.
Venimos a manifestarnos a favor de la “Protección integral de los derechos humanos de la mujer embarazada y de los niños por nacer”, para dar una solución integral que respeta y protege por igual los derechos de los dos integrantes del binomio madre-hijo, esencialmente iguales en dignidad e igualmente valiosos. El progreso se sostiene en el reconocimiento de los derechos a los más vulnerables y qué hay más vulnerable que una mujer embarazada y el bebito que se desarrolla en su vientre y que tiene vida desde el mismo momento de su concepción, como la ciencia hoy claramente señala.
Nuestra querida Argentina no sólo debe proteger el derecho de la persona por nacer desde la concepción, en concordancia con lo establecido en los arts. 33, 22 y 23 de la Constitución Nacional y el art. 19 del Código Civil y Comercial, sino que buscamos brindar a la madre una serie de beneficios que le permiten el desarrollo de un embarazo seguro.
Como sociedad toda, debemos comprometernos a sostener y promover el acceso a una atención integral de la mujer, así como del niño a través de la ampliación de facilidades de acceso de medios no sólo médicos, sino también económicos y psíquicos. Hoy más de 15 organizaciones no gubernamentales trabajan en Mendoza en ese camino. Como ciudadanos debemos comprometernos para sumar nuestro granito de arena en este camino, sin desconocer que es el Estado, en todas sus esferas, quien debe estar al frente.
Hay que evitar cualquier tipo de discriminación, descartando cualquier clase de selección humana por sus rasgos genéticos o biológicos. Es así como se tutela la igualdad de todos sin estimar ni determinar la existencia de seres humanos mejores que otros por sus cualidades físicas.
Queremos expresar también que debemos preocuparnos, autoridades y ciudadanos, por acompañar y sostener a las mujeres que llevan adelante embarazos en circunstancias difíciles, dramáticas, o incluso no deseadas. La solidaridad y la creatividad de nuestro pueblo y de sus autoridades pueden imaginar e implementar soluciones que resguarden y cuiden la vida de la madre y la del niño por nacer.
Ninguna mujer llega a abortar alegremente. Llega en una situación dramática y, por lo tanto, también esa mujer y quienes la defienden se merecen nuestra comprensión. Nosotros tenemos que aportar que hay alguien más que se merece nuestro respeto y que justamente es el más débil porque no tiene voz. Son dos situaciones graves, las dos merecen atención y nuestra escucha. Ojalá encontremos entre todos un camino para ayudar a las mujeres y para que los hombres también tomen conciencia. Muchas veces, el aborto es consecuencia de un hombre que presiona para que una mujer que no quiere hacerlo termine haciéndolo.
Hace falta una política que busque la formación en la sexualidad de manera integral, respetuosa de los valores que los padres les transmiten a sus hijos.
Nos parece, también, que debemos promover una campaña de educación y concientización del valor de la vida a nuestros jóvenes. Inmersos en la cultura de lo descartable, a la mayoría de ellos le da los mismo que el país tenga o no una ley que elimine vidas humanas o que voluntariamente se opte por este negativo camino. Nuestros jóvenes también deben ser formados en la cultura de la vida.
Defender la vida es una tarea de todos, de quienes creen en Dios y de quienes no lo hacen. Sin lugar a dudas esta defensa deberá reunir fuerzas y compromiso para lograr de manera concreta poner voz a quienes no la tienen, dejando de lado las diferencias entre credos o entre comunidades religiosas y políticas. Decirle que si a la vida, respetarla y comprometerse con ella es una tarea de todos los que buscamos el bien común.
En consecuencia, desde Malargüe, departamento declarado Provida mediante Ordenanza Nro. 1.578/12, le decimos al país que nos pronunciamos por el derecho a vivir de la persona concebida; El derecho a no ser discriminado de la persona por nacer; El derecho de la madre a una asignación especial en caso de violación; El derecho de la madre a que no se discrimine a su hijo por sus orígenes genéticos o biológicos; El derecho del niño a no ser sometido a procesos que afecten su dignidad; El derecho del niño por nacer a recibir asistencia médica integral; El derecho de la mujer a recibir asistencia médica integral; El derecho de la mujer a no ser presionada por el medio externo para la provocación del aborto y a no ser violentada; El derecho de la mujer a denunciar penalmente a quien la violente psíquica y físicamente; El derecho de la mujer a recibir asistencia y asesoramiento completo, no sólo físico, sino psíquico y económico; El derecho a la Asignación Universal por Hijo por Nacer.
Nuestra acción no puede culminar hoy, debemos seguir atentamente el debate instalado en el Congreso Nacional de quienes buscan eliminar la vida humana, recurriendo al eufemismo de la palabra “interrupción” de un embarazo, cuando lo que se está haciendo es lisa y llanamente un crimen.
Quienes hoy nos hemos concentrado aquí, y tantos otros que piensan como nosotros pero que no han podido asistir por justificadas razones, debemos llevar este debate desde el amor y el respeto unos por los otros. Regresemos a nuestros hogares con la conciencia del deber cumplido, con el compromiso de trabajar a nivel comunitario por los más débiles y atentos a volver a convocarnos si se avanza en iniciativas que atenten, amparadas en oscuras ideologías y poderes económicos, contra la vida, porque para nosotros toda vida vale.