Se desempeña en dos nosocomios de Mendoza. Hace alrededor de un mes contrajo el virus.
Eugenio Martínez es malargüino, en el 2001 terminó el secundario en la Escuela Técnica, Industrial y Minera. Al año siguiente comenzó a estudiar en la Universidad Juan Agustín Maza, donde se recibió de licenciado en Kinesiología y Fisioterapia y se especializó en vías respiratorias. Hoy, además, es osteópata y realiza reeducación postural global. También trabaja en Terapia Intensiva, uno de los lugares claves donde se enfrenta diariamente el virus que paralizó al mundo entero, en el Hospital Parisiense de Maipú -cumple ocho guardias al mes- y en la terapia de Pediatría del Hospital Español, donde presta servicio los lunes, miércoles y viernes a algunos casos positivos de Covid 19 (entubados). En las mañanas y tardes libres atiende en un consultorio privado en Godoy Cruz, donde reside. Además, continúa capacitándose en forma permanente.
“A veces no te contagias tanto con el paciente sino cuando te sacas el equipo, tocaste algo y después te tocaste. Yo tengo que hacer sector Covid, alrededor de 20 pacientes y, a veces, entre cada paciente hay que sacarse las cosas. Ahora están tratando de hacer ´corte´ que es limpiar un poco y no te sacas la ropa, pero lo más complicado es el vestido y desvestido con 2 pares de guantes, cofia, un barbijo del 95 y un quirúrgico arriba, anteojos y máscara; por cada cosa tenes que ir lavándote las manos con alcohol y lleva un tiempo y si atendes Covid y después tenes que ir a otro sector te tenes que bañar” explicó el licenciado Martínez, quien ha llegado a bañarse hasta 4 veces durante una jornada laboral. En su casa deja la ropa con la que llegó de la calle dentro de una bolsa, por más que no es la misma con la que estuvo en el hospital, y se vuelve a bañar.
Tanta exposición y riesgo no es impedimento para que Eugenio disfrute del desempeño de su profesión; se nota en su tono de voz el amor y devoción con que enfrenta el día a día. Martínez hace guardias de 12 horas, con un diagrama de 15 por 15. Se dedica a pacientes a los cuales se les complicó la enfermedad y tuvieron que ser intubados. “Trabajo el manejo del respirador, el trabajo del paciente y en el sector Covid con todos los internados que están con alguna dificultad respiratoria, como está medio colapsado el sistema de terapia, tratamos de que el paciente no requiera un respirador. Ahora están internados 20 en sector Covid, donde se usan máscaras de reservorio de oxígeno para tratar que no se compliquen mucho. Normalmente generan pequeñas neumonías las personas grandes”, expresó.
Hace un mes, Martínez se contagió de Covid 19 pero no durante el desempeño de su tarea. “Me contagié en la calle, tengo un amigo que sus chiquitos tenían Covid y me contagiaron, pero gracias a Dios no contagié a nadie de mi familia. Justo tampoco estaba trabajando porque estaba con una especialidad estudiando a nivel online”, comentó.
Respecto de los síntomas que presentó por esos días, el licenciado contó que los primeros 5 días de enfermedad fueron complicados, mucho dolor corporal, un poco de dolor de garganta, luego llegó el dolor de pecho, la tos y un poco de falta de aire. “Ahí me asusté un poco pero como me dedico a esto empecé a hacer el trabajo respiratorio que le hago a mis pacientes y estuve mejor”, aseguró y explicó que el 29 de este mes tiene turno para donar plasma; el recuento de anticuerpos debe superar los 15 para estar apto, él tiene 40.
A esta altura, ya llamaron a Martínez de tres hospitales solicitando su servicio: Lagomaggiore, Hospital Universitario y Central. “No hay kinesiólogo para Terapia Intensiva. Hay muchos profesionales que se infectan y en Mendoza el sistema ventilatorio, todos los aparatos los maneja el kinesiólogo, no el médico y para que el paciente se adapte al respirador, lo hace el kinesiólogo. Ahí hay mucho laburo, el sistema está colapsado. Hay tantos pacientes en terapia que hay falta de personal, hay más de 200 personas en el hospital para hacerse el hisopado, es impresionante”, aseguró.
Por último, el entrevistado remarcó el hecho que la gente se relajó cuando mermaron los controles y destacó la importancia de la responsabilidad social: “Es fundamental que la gente se cuide, que salga lo justo y necesario, cada vez se ven más personas sin barbijo; es normal que Mendoza esté colapsada por las mismas personas”.