Esta familia de crianceros tiene un perro protector de ganado, el cual se quedó con el piño y no las abandonó.

Desolación, un silencio que aturde, tristeza, impotencia y cansancio son las sensaciones que invaden a muchos de nuestros puesteros en estos momentos, luego de la histórica nevada de la que fuimos testigos los malargüinos a principio de esta semana

Cerca de la época de parición, los piños fueron sorprendidos por una cantidad de nieve que se convirtió en una trampa mortal para una gran cantidad; como el caso de Juan Espinoza y José Bravo, de Agua Botada, cuya hermana, Elisa Espinoza, en diálogo con Malargüe a Diario, relató lo que está viviendo en estos momentos: “Han logrado sacar unos animales, 25 vivos y más de 30 muertos, hoy iban a seguir con ese trabajo porque le quedaban más cabras bajo la nieve. Ellas estaban refugiadas y el viento corrió muy fuerte y acumuló la nieve sobre ellas”.

Según informó Elisa a Malargüe a Diario, su hermano también tiene algunas pocas vacas pero no sabe dónde están ya que se ha abocado, junto a su cuñado, a la búsqueda y rescate de las cabras. Incluso siguen sacando cabras de abajo de la nieve.

Con más de un metro de nieve y paleando para poder encontrar el ganado, Elisa informó que ninguna autoridad se ha comunicado o acercado para colaborar con esta situación.

Desgraciadamente, el caso de la familia Espinoza no es el único, gran cantidad de puesteros y crianceros se vieron damnificados por esta situación.

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