“Una ciudad educadora es aquella que hace todo en torno a la educación, para que esta sea inclusiva”, explicó Martínez a Malargüe a Diario.
La funcionaria contó cómo fue que tuvieron la oportunidad de estar en este congreso. “El año pasado participamos en el Congreso Latinoamericano de Ciudades Educadoras, donde presentamos tres experiencias: dos en forma de panel y una en forma de taller, que fue seleccionado como experiencia exitosa en el mundo. Este año nos proponen nuevamente presentar proyectos para ser evaluados y entre 850 experiencias es seleccionado el nuestro que se denomina Malargüe incluye en la discapacidad”, relató.
El proyecto se trata de ofrecer rehabilitación para personas discapacitadas que se encuentren en situaciones desfavorables o que no están mutualizados y que, por ende, no pueden acceder a esa rehabilitación.
Martínez comentó que esto se trabajó en conjunto con el Hospital Regional y el Área de Discapacidad y que, además, han conseguido la movilidad para transportar a estas personas, en caso de que alguna rehabilitación se tenga que hacer fuera del departamento.
Con respecto al congreso, destacó que Malargüe fue el único municipio de Argentina que estuvo exponiendo, además de Rosario que es nodo de ciudad educadora. “Estamos más que orgullosos de haber podido disertar en un congreso de tal magnitud, donde participaron más de cincuenta países y donde se hizo una nueva asamblea de ciudades educadoras en la que ingresaron más de quince localidades”, expresó.
La funcionaria recordó que nuestra ciudad es ciudad educadora hace seis años por una iniciativa suya y del ex edil Darío Yantén. “Siendo concejales, los dos presentamos la ordenanza y fue muy bien recibida en el ejecutivo por lo que pudimos ingresar a esta modalidad. Lo más llamativo de esto es que no es necesario ser una municipalidad para ser parte, la mayoría de las experiencias las presentaban institutos o ONG con el acompañamiento de los municipios, y nosotros logramos presentar desde nuestra municipalidad proyectos con experiencia positivas”, manifestó.
Por su parte, Ruarte quiso agradecer a quienes hicieron posible el proyecto como el equipo de rehabilitación y certificación de la oficina de Discapacidad, a Silvia Aluch y todo el equipo de profesionales que nos acompañan desde la Secretaría de Desarrollo Humano y desde la Dirección de Desarrollo Social y al intendente que las dejó ser parte de esto. “Una ciudad que educa es una ciudad que incluye”, recalcó.
«Ante ciertas versiones que cuestionaban la utilización de fondos públicos para realizar el viaje a España», las funcionarias aclararon que pudieron participar del congreso gracias a que su proyecto fue seleccionado por la fundación que organiza esto, lo que significó becas en alimentos, hotelería e inscripción y que solamente pagaron los pasajes de su bolsillo. “Siempre estamos en la palestra por todo lo malo, nunca se difunde lo bueno que se hace, el trabajo social es un trabajo muy poco vendible”, concluyó Ruarte.