Jorge Vergara tenía preparada una carpeta que detallaba las acciones realizadas en estos ochenta días de gestión, los desafíos a los que se enfrentaron y cuál es el camino a seguir para superarlos, pero fiel a su estilo, dio una discurso directo, donde apeló a la buena voluntad del empleado municipal y el vecino de Malargüe.

El Intendente habló de diversos temas en el discurso que duró más de media hora, aunque hizo hincapié en el déficit presupuestario en el que se encuentra el municipio. Se refirió al paro que llevan adelante los trabajadores municipales, admitiendo que hoy en día un sueldo municipal no es suficiente para mantener a una familia, pero que a pesar de esto los empleados entienden,  no solo la situación municipal, sino el contexto nacional e internacional y por ende la adhesión no fue masiva.

El mensaje a los trabajadores del estado fue hacer un esfuerzo entre todos. “No fui elegido para pagarle sueldos a los empleados municipales, sino para gobernar para un pueblo, no es posible que no se pueda dar servicios básicos  a los vecinos que pagan los impuestos porque no se puede invertir, ya que se gasta casi la totalidad en salarios” afirmó Vergara.

En este sentido remarcó: “Estamos usando el 80% para pagar los sueldos, la planta de empleados está superdimesionada, aunque los vamos a sostener para no crear problemas sociales”. Con respecto a los trabajadores del municipio, se lo notó consternado al tener que admitir que se ha suspendido personal por “problemas de legalidad” por lo que pidió disculpas. “Posiblemente haya firmado decretos que puedan ser injustos, no miré a quien le firmaba, lo he aceptado, no he querido mirar esos decretos” admitió.

A pesar de su discurso “fuera de libreto” fue concreto con los números: son 55 millones de pesos la cifra que se debe a los proveedores, de ese dinero son 36 millones que se destinaron a bolsones de alimentos para darles de comer “a quienes lo necesitan”, también deben a proveedores de combustible para servicios, especificando que recibieron un municipio con el 50% del parque automotor destruido. Además sostuvo que son 158 millones de pesos que los contribuyentes deben al municipio. Por esta razón, solicitó al concejo revisar la Ordenanza Tarifaria, que no se actualiza desde el 2014 y que es, en algunos casos, de solamente 90 pesos anuales.

A partir de todo lo sostenido, pidió al concejo que se declare la Emergencia Administrativa, Fiscal y Financiera para que se comience una cancelación total de la deuda con los proveedores, un 20% de contado y el resto en diez cuotas iguales. El intendente hizo énfasis en este problema, ya que afirmó, que impide al municipio seguir proveyendo servicios. “Hace unos días llamamos a licitación para comprar filtros y otros repuestos para vehículos y no se quiso presentar nadie, porque no se les paga a los proveedores” justificó.

Vergara cerró su discurso pidiendo austeridad y solidaridad. “Tenemos que ajustar el cinturón, creo que vamos a pasar el invierno”, expresó. También cuestionó a quienes no tienen sensibilidad social. “Los chicos que se crían con necesidad y con hambre, el día de mañana son los resentidos sociales que pueden arruinar una generación, ¿de qué le sirve a alguien amasar fortunas, si al lado tienen a alguien que pasa hambre?  Ese mismo al que mira con desprecio, es el mismo que le puede pegar un tiro y quedarse con lo que él pudo hacer, nadie se lleva nada en los bolsillos cuando se va”, enfatizó Vergara.

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