Se descubrieron restos fósiles de reptiles marinos que datan de la era Jurásica. Un puestero dio aviso a las autoridades. La zona se encuentra a 46 kilómetros de la ciudad.
Los fósiles representan testimonios únicos e irreproducibles que documentan el pasado de nuestro planeta; a través de ellos se puede reconstruir la biodiversidad del pasado, por ello la importancia de los hallazgos y su conservación. Como el que realizó un criancero, Emiliano Aburto, mientras llevaba a cabo su tarea cotidiana en la zona de laguna de Carqueque, cuando divisó los restos de 2 ictiosaurios, como luego daría cuenta Maximiliano Praderio, responsable del laboratorio Paleontológico local.
“Hablamos de 2 ejemplares, en dos sitios muy alejados uno de otro; uno es el cráneo que, como comentó la gente del campo, estaba completo pero como pasó tiempo se deterioró, el cráneo no está más en un bloque sino que está meteorizado, desparramado; el otro son bloques que tienen secuencias de vértebras con costillas, cintura escapular y se va enterrando en el suelo, hay que ver si Patrimonio nos permite hacer una campaña y rescatar lo que está y hacer una excavación para ver si hay más piezas del ejemplar”, manifestó para Malargüe a Diario Praderio.
El ictiosaurio, según explicó el Técnico Superior en Conservación, si tuviéramos que compararlo con un animal contemporáneo se parece al delfín, “pero eran más robustos, con una cabeza con ojos muy prominentes, redondos, un hocico largo pero con características de reptil, no era un dinosaurio sino reptiles marinos, que eran quienes dominaban la tierra en ese momento, algunos empezaron a tener incursiones moderadas hacia el agua y fue, morfológicamente, cambiando sus extremidades; con el tiempo surgió un reptil al que le empezó a ser más cómodo vivir en el agua que en la tierra, hace casi 200 millones de años”.
Praderio instó a hacer un ejercicio mental y remontarnos a esa época, “cuando no existía la Cordillera, en estas condiciones cuando las tectónicas de placas comenzaron a chocar (la Pacífica y la Continental) se levantó el nivel del agua e hizo, que las zonas como Malargüe que tenía suelo continental se llenaran de agua y se formó un gran golfo, que se encontraba bajo agua, era muy poco profundo y entraba mucha luz, lo que da vida y atrae depredadores y esa eran las condiciones, comparado hoy con los arrecifes, donde vivían los amonites, animales depredados por ictiosaurios”.
Praderio informó que ya se realizó el monitoreo de la zona, se realizó un informe de situación y se presentó a la Dirección de Patrimonio y Museo, “nosotros tenemos la parte técnica pero no tenemos el profesional, Patrimonio tiene que ver a quién tiene otorgadas las áreas de trabajo, si hay algún paleontólogo vendrá y, de lo contrario, nos avisarán a nosotros para ir a hacer el rescate”.
Por último, el profesional explicó que, en caso que alguien encuentre algún resto paleontológico, debería contactarse con la Municipalidad de Malargüe, “seguro desde allí nos ponen en conocimiento a la parte de Coordinación y Promoción Patrimonial o dar aviso en el Museo, que es donde estamos trabajando permanentemente; lo ideal es que nos traigan una foto pero que no levanten, a veces levantando se pierde el contexto y las investigaciones quedan hasta ahí”.
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