La Comisión de Seguimiento “Siniestro Cerro Divisadero” convocó a autoridades de la empresa YPF y representantes del Gobierno Provincial, por lo ocurrido en la planta de tratamiento de crudo que ardió a fines de marzo en Malargüe.
La reunión se concretó el jueves con la participaron del intendente Juan Antonio Agulles, todos los concejales del departamento, el subsecretario de Energía y Minería, Pedro Sánchez, el titular de área provincial de Ambiente, Gonzalo Dávila, el gerente regional de YPF Mendoza Norte, Ariel Blanco, y el gerente de Comunicación y Relaciones Institucionales de YPF, Adolfo Sánchez.
En el encuentro los ediles plasmaron sus consultas, las que fueron respondidas por los especialistas. Una vez concluida la reunión, las autoridades de YPF se retiraron del lugar sin brindar declaraciones a los medios, mientras que el subsecretario de Energía y Minería aseveró que no se está ocultando información de lo sucedido y destacó que lo importante es que se están investigando las causas del accidente y “luego se podrán dar opiniones, porque si no serán opiniones sin soporte, que pueden llevar a confusión”.
Por su parte, el titular de Ambiente de la Provincia puso en valor el hecho de poder explicar cómo se está trabajando y además escuchar inquietudes, porque “a veces el desconocimiento genera incertidumbre y miedos”.
“Nuestros inspectores de la Dirección de Protección Ambiental están yendo una o dos veces por semana al lugar donde fue el siniestro y están informando permanentemente sobre los avances. Hasta ahora se le han hecho tres requerimientos formales a la empresa”, comentó Dávila sobre las auditorías.
Se le solicitó a YPF que inicie las actividades de saneamiento de manera urgente sobre una cantidad de petróleo acumulado en un cauce, material que podría desbordarse y llegar al río. Mientras tanto, el resto de las situaciones, que no revisten un carácter de urgencia, están siendo analizadas en forma minuciosa para posteriormente indicar lo que corresponda hacer.
Al referirse a la cantidad de petróleo derramado en la tierra y su impacto ambiental, el titular del área aseguró que “15 mil metros de petróleo derramado en el piso tiene un fuerte impacto ambiental”. Y aclaró que si bien lo sucedido no se puede reparar, sí se pueden mitigar las consecuencias.
Respecto al impacto ambiental fuera de la planta de petróleo, como la nube de humo tóxico que se propagó por la zona, Dávila manifestó que le han solicitado a la empresa que evalué el efecto sobre el suelo y la flora por las partículas que se dispersaron en la atmósfera y terminaron depositándose en los alrededores del siniestro. Además se le requirió a la Dirección de Recursos Renovables que evalué el informe presentado por YPF sobre este tema.
Para finalizar, el funcionario destacó que “no hay un motivo para multar a la empresa porque no hay una falta expresa a alguna norma. Esto fue un accidente de magnitudes muy importantes, pero ellos tienen ciertos mecanismos que cumplir cuando suceden este tipo de accidentes y estos están claramente cumplidos”.