En esta nota, respondemos y expresamos nuestra postura en tres temas principales en los que se hizo hincapié en las distintas disertaciones cerradas (ya que no hubo posibilidad de peguntas y /o debate). Estos son: desarrollo, aislamiento de Malargüe y  Ley Nº7722.

Desarrollo

  • Se propone la megaminería como promesa de “desarrollo económico”, generadora de trabajo y en armonía con el ambiente, por las “buenas practicas” de las empresas transnacionales en otras partes del mundo.
  • Ante esto nos preguntamos si la megaminería, que es la minería a gran escala manejada por empresas extranjeras que se llevan el 100% de las ganancias, que realiza grandes voladuras de suelos destruyendo nuestras montañas y paisajes, que se asienta en muchos casos en las nacientes de nuestros ríos donde están los glaciares, única reserva de agua en ésta región, que usa gran cantidad de agua dulce en su proceso productivo, que utiliza productos químicos tóxicos que contaminan el agua, el suelo, el aire y la vida, que invierte mucha tecnología y poca mano de obra no calificada que representa a la mayoría de los desocupados de Malargüe ¿es realmente una “promesa de desarrollo”?  cuando  la megamina de Veladero operada  por la Barrick Gold, ubicada en las nacientes del río Jáchal encima de los  glaciares, ha producido dos derrames de más de un millón de litros de solución cianurada que contiene no sólo cianuro y mercurio, sino también otros metales pesados, en un lapso de un año ¿es un ejemplo para nosotros y para el resto de los pueblos donde se quiere imponer esta actividad?
  • Es una promesa de desarrollo ¡si arruinó la vida de los agricultores que viven en los valles del río Jáchal, ya que no pueden usar el agua, la tierra se secó y su cultivos contienen metales pesados que dañan la salud y nadie les quiere comprar su cosecha!
  • Es una promesa de desarrollo ¡cuándo muy pocos habitantes de los pueblos de los alrededores de Veladero han sido beneficiados con el supuesto empleo que genera la mina!
  • Es una promesa de desarrollo ¡si estos pueblos siguen viviendo más pobres que antes de la llegada de la mina, sin acceso a servicios básicos y ahora sin agua para beber y desarrollar sus actividades!
  • Es una promesa de desarrollo ¡si estos pobladores se están yendo de sus tierras porque su vida y cultura están arruinadas y ya no tienen esperanzas para quedarse!
  • Es una promesa de desarrollo ¿hay controles ambientales serios? en el caso de Veladero la multa por contaminar es ínfima en relación a las ganancias y el gobierno le permite continuar con su actividad a pesar del daño generado. Recordemos que en Malargüe, la actividad petrolera, no tiene controles ambientales suficientes, y por citar un ejemplo, hay denuncias públicas  de la familia puestera Mancilla del paraje Fortunoso por contaminación de las aguas de una vertiente.

¿Se puede desarrollar un departamento, sin discusión de su matriz productiva? La discusión sobre el modelo de desarrollo que queremos los malargüinos, con información diversa que aborde distintas miradas, accesible y de calidad  no existe. Constantemente se impone una idea de desarrollo y progreso “desde afuera”, manipulada por el partido de turno en el poder, resuelta por unos pocos, que deciden en nombre de la mayoría. Cuando se promueve y / o surge  algún espacio de discusión, se persigue  y condena socialmente  a quienes  piensan distinto.

Es escaso el apoyo y la promoción que se brinda a otras actividades como el turismo, la agricultura, la ganadería extensiva con características orgánicas, la minería de tercera categoría, que son una alternativa, mucho más amigable con el ambiente, generan trabajo a mediano, y a largo plazo si se practican adecuadamente y abren grandes perspectivas para Malargüe.

¿Se puede desarrollar una región imponiendo modelos de producción extractivistas?  Que en pocos años (10 a 20) se llevan todo: minerales, agua dulce, tierra y el 100% de las ganancias a los países ricos. Generan poco empleo, funcionan como enclaves (todos los lazos están fuertemente vinculados hacia afuera y no con la región donde se instalan), destruyen  nuestros  ecosistemas, otras  economías y formas de vida, a través de la contaminación que dejan.

Históricamente hemos sido dominados por estos modelos extractivistas y nos preguntamos ¿qué nos han dejado? Minas abandonadas con pasivos ambientales sin remediar de la minería del 40 al 70; colas de uranio a escasos metros de la ciudad; tierra en manos de terratenientes que cobran las regalías petroleras y que se adueñan de campos que tienen minerales de alto valor,  hostigando y desalojando permanentemente a los puesteros que son los verdaderos dueños; permanentes denuncias por impactos de la extracción petrolera; rutas y caminos destruidos; desempleo,  migración campo- ciudad; falta de acceso a servicios básicos en la ciudad y zona rural, (ej. Salud de calidad, agua potable de calidad, educación de calidad, gas, cloacas, pavimento de rutas, calles, acceso a vivienda, etc. etc.)

Constantemente se comparó a Malargüe con regiones de Chile y el establecimiento de minas cuencas arriba y valles productivos cuencas abajo de los ríos del vecino país. La verdad es que el vecino país no es el mejor ejemplo de cuidado del ambiente, ya que según el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina comparte el ranking con más de 30 conflictos con  comunidades locales, junto con Perú y México. Muchos de estos conflictos están directamente vinculados con la agricultura y la mayoría corresponden a las zonas más desérticas de Chile que se ubican al norte, donde el agua es escasa. Además, recordemos el reciente “escándalo ambiental” publicado en todos los medios de comunicación, por el megabasurero de residuos mineros en suelo argentino de Minera Los Pelambres  que destruyó lagos, secó vegas y hasta podría contaminar el río San Juan. Entonces ¿es tan armoniosa la convivencia entre agricultura y minería? ¿Realmente es un ejemplo a seguir Chile?

Malargüe aislado

  • Se presenta al departamento de Malargüe diferenciado del resto de la provincia de Mendoza por sus características geográficas, (por su clima y suelos no produce viñedos) agravado por las grandes distancias que nos separan de las principales ciudades. Como si esto fuera una condena para quienes hemos elegido vivir en esta tierra, pareciera que no tener viñedos, frutales y hortalizas a escala comercial, habilitaría las puertas para que la megaminería saquee y contamine. Como si no contáramos con otras posibilidades de desarrollo más amigables con nuestros paisajes,  nuestra tierra y la Naturaleza de la que somos parte…

– Respecto a las distancias, por qué no pensar que tal vez éstas sean una fortaleza en un mundo tan acelerado y violento, porque nos permiten vivir de una manera más tranquila, menos agitada, que genera más bienestar y mejor calidad  de vida. ¿Cuántos argentinos han elegido vivir en Malargüe porque ven  que esta característica de  su  situación geográfica, es una fortaleza?

  • Malargüe está aislado porque históricamente los diferentes gobiernos no han sido capaces de generar cambios estructurales que impulsen un modelo de desarrollo basado en lo local, donde la mayor parte de la riqueza y el bienestar quede en el departamento, creando condiciones para que las actividades productivas se complementen y desarrollen valor agregado. El escaso procesamiento de la materia prima local, la desarticulación entre las actividades, el escaso apoyo a la minería de tercera categoría (más controlable desde lo ambiental y con más beneficios socioeconómicos), el escaso apoyo a la ganadería extensiva (con más de 200 años en la región), la falta de regularización de la tenencia de la tierra urbana y de la rural para los puesteros, la insuficiente incubación de proyectos locales, la poca capacidad de innovar, por mencionar algunas causas, no han favorecido ni favorecen el surgimiento de un modelo de desarrollo más equilibrado desde lo económico, lo social y lo ambiental. Por el contrario, han sentado las bases para la permanencia y dependencia de enclaves productivos cortoplacistas que saquean nuestros recursos y bienes comunes, contribuyendo al desempleo y la pobreza. Cabe recordar, que cuando estos modelos tambalean debido a los vaivenes de la política económica mundial y nacional, los primeros en quedar marginados, sin empleo, son los trabajadores menos calificados, que integran la mayoría de los desocupados de Malargüe. Sería bueno, en este sentido acordarse ¿cuántos desempleados dejó la VALE?  y ¿por qué se fue? Si ninguna ley ambiental prohibió su instalación.

Veamos lo que sucede en Jáchal ¿la mega minería produce integración en el territorio? Desde 2005 la mina Veladero, explota el oro de San Juan. En septiembre de 2015 y septiembre de 2016 hubo dos grandes  derrames de solución cianurada en cinco ríos de esta provincia, que desde años está en emergencia hídrica.  Durante todo este tiempo los pueblos de Jáchal e Iglesias viven con la incertidumbre de no saber cuánta contaminación ha generado este derrame. Los funcionarios políticos no dieron respuestas a los vecinos. El poder judicial permitió que la mina siga explotando. Se produjo el segundo derrame y los  responsables de la mina siguen sin dar la cara. Los habitantes que se manifestaron y manifiestan pacíficamente son criminalizados. Hoy la población de Jáchal e Iglesias está más aislada y pobre que hace 11 años atrás.

La megaminería ¿benefició a estos pueblos, los sacó de su “supuesto aislamiento” y pobreza?

Ley 7722

  • En la mayoría de las exposiciones se plantea como principal barrera al desarrollo minero, a la Ley 7722, sin embargo, esta norma no prohíbe la minería, ni el desarrollo de un pueblo, ni la salida laboral de los jóvenes, si no que protege al agua, que es un derecho humano fundamental. ¿De qué forma? Prohibiendo en el territorio de la Provincia de Mendoza, el uso de sustancias químicas como cianuro, mercurio, ácido sulfúrico y otras sustancias tóxicas en la minería metalífera.
  • Si San Juan tuviera una ley como ésta hoy no tendría sus ríos contaminados.

Por todo lo expresado, vemos que  existe una constante intención de “manoseo” de las leyes de protección del ambiente, expresado en el artículo 41 de la Constitución Nacional, especialmente a la ley 7722 y ley de glaciares. Como así también, de fomentar el enfrentamiento entre los pueblos y las diferentes actividades productivas, cuando en realidad debemos discutir y controlar todas las actividades que se realizan en la provincia.

Hoy el mundo atraviesa un momento coyuntural, donde miles de pueblos han sido víctimas de corporaciones, empresarios y políticos que venden la promesa del “desarrollo”, cambiando por unos pocos puestos de trabajo y servicios superfluos, la riqueza inmensa que habita en nuestras tierras, desplazando pueblos; matando actividades ancestrales; eliminando glaciares, ecosistemas, sitios arqueológicos, zonas de pastoreo; rompiendo el tejido social; aumentando las diferencias entre ricos y pobres; enfrentando vecinos; generando violencia e inseguridad; hacinando gente en las ciudades que una vez que las megamineras se van deben pasar a depender de un plan social estatal para subsistir, porque ya no pueden vivir de la tierra, del agua, de los animales, ni del paisaje.

Malargüe y en parte Mendoza en cierta medida, no comparten el ritmo frenético que propone “La Civilización”, donde la finalidad de la vida es obtener dinero y consumir; ser a partir de lo que tenemos y salvarnos a nosotros mismos. Si hoy los pueblos del mundo, atraviesan necesidades, desempleo, hambruna, es porque históricamente junto con la Naturaleza hemos sido explotados y saqueados en beneficio de grupos reducidos de personas que ostentan dinero y poder.

Desde la Asamblea por los Bienes Comunes intentamos hacer un análisis más profundo de lo que nos quieren imponer como pueblo, es responsabilidad de todos, desde cualquier lugar que nos toque como integrantes de la sociedad, involucrarnos, para que no se repita una vez más, la historia de saqueo y destrucción.

Firma: Asamblea por los Bienes Comunes de Malargüe

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