A principios de año, integrantes de la Asociación Malargüina de Pesca con Mosca (AMPM) y otros colaboradores se propusieron salvar esta laguna y comenzaron un arduo trabajo que consistió en reencausar el agua del arroyo El Durazno.
La distancia del mencionado arroyo hasta la laguna es de aproximadamente 8 kilómetros y, las personas que trabajaron allí, optaron por hacer una acequia con tan solo tres tipos de herramientas: picota, pala y azadón. Luego de verificar que esa opción era factible, consiguieron otras maquinarías de gran tamaño para avanzar en la tarea propuesta.
Provisoriamente y con la ayuda de los puesteros pudieron reencausar el agua con la misma nieve que había llegado. Fueron pasando los meses y la laguna comenzó a llenarse, pero la alegría duró poco.
A medida que fueron pasando los meses el agua que ingresaba a la laguna comenzó a mermar. El presidente de la AMPM, Leonardo Iriarte especificó que son alrededor de diez litros por segundo los que entran a la laguna, cuando hace unos meses eran 50 litros por segundo. “Históricamente el arroyo El Durazno ya no tiene cantidad de agua”, puntualizó Iriarte.
Eso no fue suficiente y lamentablemente, hace unos días, el Presidente de la agrupación hizo pública la noticia de que “la Laguna Blanca se ha secado”. El entrevistado continuó diciendo que al tratarse de un lugar reconocido a nivel nacional, los pescadores del país continúan eligiéndolo como destino turístico para llevar a cabo el deporte de la pesca, pero la realidad es que “ya no hay peces”.
Iriarte declaró que no recibieron el apoyo de nadie más que los pescadores y de la gente que se ofreció a colaborar desinteresadamente. Consecuentemente agradeció el esfuerzo de todas las personas que colaboraron en el intento de recuperar la laguna para no dejarla abandonada.
“Calculamos que se puede recuperar en unos cinco años, siempre y cuando vengan buenos años de nieve. Luego se puede trabajar para recuperar la fauna hitícola, que no va a existir por mucho tiempo”, aclaró.
La Laguna Blanca
Este destino turístico está ubicado al noroeste de Malargüe, casi en el límite con San Rafael y a unos 55 kilómetros de la ciudad cabecera. Este espejo de agua es uno de los más importantes del sur mendocino y en él conviven más de 39 especies, pero el retroceso del agua llegó a superar el 40% y la mortandad de peces fue inmediata, como así también la migración de algunas aves.
Remontándose en la historia el líder de la asociación indicó que, hace más de 20 años, a la laguna entraba agua de dos arroyos; uno de ellos se secó y al otro, hace aproximadamente 8 años, le habían incorporado un canal nuevo. Pero hubo problemas con San Rafael y General Alvear, porque ese recurso caía sobre el Río Atuel y al reencausarla se perdió el único ingreso hídrico que tenía este espejo de agua.