Por: Mayra Ferreyra

“Este homenaje brindamos veranadores del tiempo, que sufren adversidades para ganarse el sustento, siempre poniéndole el pecho a las lluvias, nieves y vientos” es una estrofa de la zamba del reconocido Malargüe Dúo. Con letra y música de Néstor Vázquez y los arreglos de César Arroyo, esta canción fue recientemente declarada de interés cultural provincial por el Ministerio de Cultura de Mendoza.

Orgulloso de su creación, Néstor Vázquez recordó el origen de esta canción. “Nace en el año 2000 a pedido de un poblador de la zona de Bardas Blancas, Hugo Roger.  Él me pidió que hiciera algo especial para esta fiesta y entonces yo, al mejor estilo de la zamba que identifica el Festival de Doma y el Folclore de Jesús María, la escribí y le puse Zamba del Veranador. En el año 2003, la grabamos y, desde ese momento, la cantamos allí como así también en otros lugares para mostrar lo que significa el festejo, ya representa lo que es el veranador y su trabajo”, comentó.

Recordemos que la “Vuelta del  Veranador” es una fiesta que se realiza todos los años en el distrito de Bardas Blancas, cuando los veranadores bajan con sus animales después  de tres meses en la montaña, para agradecer a sus santos y festejar el reencuentro con sus familias.

“El reconocimiento que hemos recibido surge a partir de que en abril, dentro del marco del festejo, actuamos en presencia del gobernador Francisco Pérez y, cuando él saluda y agradece a los presentes, comenta que la canción se refiere a la esencia de la Fiesta del Veranador, llama a su secretario para que tome nota de nuestros datos y transmita la idea de declararla de interés cultural al Ministerio de Cultura de la Provincia”, explicó el cantautor.

Ese mismo día, la comisión organizadora del evento entregó a Malargüe Dúo un reconocimiento por la pieza musical y, unos meses después, llegó la declaración de interés cultural provincial.

Malargüe dúo se formó hace más de treinta años y, a lo largo de su trayectoria, han experimentado infinidades de vivencias. A través de la ejecución de sus dos guitarras y sus dos voces a favor de la cultura popular argentina y cuyana han llevado el canto regional por diversos lugares.

“Nosotros antes de unirnos éramos cantores de familia, niños que cantábamos en los actos de la escuela. El papá de César, Delfín Arroyo, era cantor de pueblo; yo soy hijo de una cantora también conocida, y se puede decir que lo tenemos en los genes”,  manifestó Vázquez.

“En el año 82, frente a los problemas que se estaban viviendo en el país por las Malvinas, nosotros éramos jóvenes y necesitábamos una forma de descargar nuestras impotencias, así que decidimos canalizar esas penas y cantar”, recordó.

Desde sus orígenes hasta la actualidad, el dúo ha desarrollado de forma ininterrumpida una carrera extensa que incluye actuaciones en nuestra región; el Salón Azul del Congreso de la Nación; Cosquín en el año 2010, como únicos representantes mendocinos; como soporte de Abel Pintos, en los dos últimos años del Festival Nacional del Chivo; entre otras.

Han sido reconocidos varias veces en nuestro departamento por su aporte a la cultura y recibieron el premio “Hilario Cuadros” de parte de la Asociación Posta del Folclorista de San Rafael.

“Tenemos una larga trayectoria de viajes fuera del departamento y la provincia pero siempre hemos aportado cosas a la cultura de los malargüinos”, concluyó orgulloso uno de los integrantes de este destacado grupo musical.

Comentarios