Por Mayra Ferreyra
La damnificada comentó a nuestro medio que le sustrajeron su bolso mientras pagaba su compra. “Estábamos en la primera caja, había una señora delante nuestro y atrás mi amiga, que también estaba con sus hijos. Me muevo hasta donde están las gaseosas, a un metro del lugar, y cuando vuelvo ya había desaparecido la cartera. El Vea se lavó las manos, les pedí por favor que miraran las cámaras porque el robo había sido en ese momento, pero me dijeron que necesitaban de una autorización de Mendoza para hacerlo”, explicó.
Allí mismo, Cuartara llamó a la policía, quienes se hicieron presentes, le tomaron sus datos y la denuncia. Unos días después, en su trabajo, un compañero le dice que se fije en Google o en Gmail para ver si podía ubicar el teléfono. “Queriendo ubicar el celular, entro a mis imágenes y veo fotos que no eran mías. A partir del día 5 hasta el 22, estuvieron subiendo fotos, stikers, videos de todo tipo, entonces le llevé una copia de todo a la policía”, relató.
A partir de estas fotos, el personal de Investigaciones trabajó para poder ubicar a los ladrones. “El señor Correa, de esta repartición, fue ese mismo día al Vea para ver las cámaras, pero le negaron el pedido. Luego fue a distintas escuelas y no los reconoce nadie. Para él, los chicos no son de acá”, agregó.
El mismo día que Cuartara sufrió el robo e hizo la denuncia también tomó conocimiento de que otras dos personas habían sufrido delitos similares en el mismo lugar.
“La policía no da con los chicos, por eso decidí subir su foto. No me interesa recuperar el celular, ni la billetera, que era lo que quería en un principio. No llevaba más que cincuenta pesos, pero si me hicieron daño por toda la documentación que voy a tener que realizar nuevamente”, expresó indignada.
“A la policía les dije que iba a publicar las fotos y es lo que hice. Pensé en no mi nombre, pero no tengo porque esconderme, yo no hice nada malo y si les molesta la situación de ver su foto ahí es una pena, a mi me ocasionaron un gran trastorno”, sostuvo.
“No les van hacer nada, son menores, van a entrar y van a salir, pero por lo menos hay que empezar hablar un poco de esto, porque no podemos seguir callándonos y no hacer nada. A mi la denuncia me tomó más de una hora y media realizarla, tuve que ir tres veces a la policía con las fotos y demás cosas, es todo un trámite pero si no lo hacemos vamos a seguir peor”, concluyó.