Un grupo de coleccionistas aterrizaron en nuestra ciudad para comenzar su aventura por la ruta nacional N° 40 hacia el sur.
El domingo, el aeropuerto de Malargüe fue testigo de una visita poco común: una caravana de autos Bentley de los años 20. Estos vehículos son «obras de arte, verdaderas joyas de colección. Quien tiene un Bentley de esta época, posee una pieza valiosa que año a año aumenta su valor», explicó Ricky Djapic, uno de los miembros de esta caravana.
Estos autos, según Djapic, no son fáciles de manejar debido a su compleja mecánica, con volante a la derecha y un sistema motriz muy particular. Por eso prefieren recorridos fuera de áreas urbanas, donde pueden disfrutar de su conducción en rutas menos transitadas, “salimos de Malargüe y vamos para Chos Malal, San Martín de Los Andes y Bariloche”.
Además de los Bentleys, sorprendió la presencia de una Ford del 63 que rompió el esquema de la caravana. Este vehículo, propiedad de un amigo del grupo, se sumó «medio en broma», pero llamó la atención por su motor de 4 cilindros diésel, perfectamente conservado.
Finalmente, Djapic comentó que los autos están preparados para rutas complejas como la Ruta 40, que conocen a la perfección, aunque no siempre esté en las mejores condiciones. Los vecinos que se acercaron pudieron sacarse fotos con estos exclusivos vehículos antes de que continuaran su viaje hacia el sur.
Cabe recordar que los Bentley son autos de lujo británicos conocidos por su calidad, elegancia y desempeño y tienen una historia de más de 100 años. Fundada en 1919 por Walter Owen Bentley, la marca ha sido sinónimo de prestigio y excelencia en ingeniería automotriz. Los primeros Bentleys se destacaron por su éxito en las carreras, especialmente en las 24 horas de Le Mans, donde obtuvieron múltiples victorias durante los años 20.