A partir de datos certeros, avalados por el Centro Endémico de Mendoza, la médica afirmó que los casos de vómitos y diarreas que se presentaron estas últimas no fueron masivos, ni tampoco más que los registrados el año pasado en esta misma época.
De acuerdo a lo expuesto por Carrasco, los casos de diarrea o gastroenteritis que llegaron al hospital, por la guardia o consultorio externo son: en la semana 23, que terminó el día sábado, un niño internado y treinta y seis casos, mientras que en el mismo periodo de 2014 hubo cincuentra y tres, es decir, dieciséis menos. En tanto, en la semana 22, se registraron treinta y dos casos, once menos que en el año anterior donde hubo cuarenta y uno.
La doctora explicó que se trata de una enfermedad relacionada con los hábitos de higiene, por lo que se bebe tener cuidado, por ejemplo, con la limpieza de los elementos que se consumen crudos, las superficies donde se cocina y los utensilios que los chicos utilizan para comer, así como prestar mucha atención al lavado de manos después de ir al baño.
En cuanto a si las características que presentó el agua de red en los últimos días tuvieron que ver o no con los casos presentados, Carrasco sostuvo que no pueden saberlo porque no es un tema que compete al hospital. “Para saber si ha sido el agua o no, se debería hacer un estudio al agua y esa es una tarea que no hacemos aquí”, especificó.
Además, agregó que si los casos hubieran sido de una misma familia o escuela, por ejemplo, ellos tienen que prestar atención, pero los afectados provenían de distintos lugares de la cuidad y, por ende, no tienen que ver necesariamente uno con el otro.