Malargüe: una temporada invernal que desafía la tormenta

En medio de un contexto nacional adverso para el turismo —marcado por la apreciación de la moneda local, el atraso cambiario, el aumento de servicios básicos, entre otros— Malargüe logró lo que muchos destinos no pudieron: sostener y potenciar su temporada invernal con creatividad, estrategia y una profunda conexión con su identidad territorial.

Tenemos Cifras que Hablan de Resiliencia. La ocupación turística durante julio alcanzó un promedio efectivo del 80.87%, con un crecimiento sostenido semana a semana: desde el 81% en la primera semana hasta un notable 86.3% en la cuarta. Este repunte no fue casual. Fue el resultado de una planificación inteligente que incluyó campañas de promoción en Buenos Aires, Mendoza y Chile, y una apuesta decidida por la tecnología y la innovación.

El flujo turístico interno a través del Paso Pehuenche también fue revelador: de un promedio de 10 a 50 personas en temporada baja, se pasó a entre 900 y 1000 visitantes diarios. Este fenómeno no solo dinamiza la economía local, sino que posiciona a Malargüe como un nodo estratégico en la conectividad regional.

Ha sido crucial la implementación Incentivos que Marcan la Diferencia. La implementación del Dino Pass en Las Leñas y los descuentos del 50% en medios de elevación para quienes pernoctan en Malargüe (y del 25% para quienes lo hacen en Los Molles) fueron medidas audaces que generaron un efecto multiplicador. No se trata solo de atraer turistas, sino de integrarlos a la vida local, fomentar el consumo en comercios y alojamientos, y fortalecer el vínculo entre el visitante y el territorio.

Asimismo, recurrimos a la Promoción con Inteligencia (Artificial). La campaña invernal no se limitó a lo tradicional. El municipio apostó por una estrategia agresiva de marketing que incluyó ferias, campañas radiales, y sobre todo, inversión en tecnología: software especializado, equipamiento, y la incorporación de chatbots con inteligencia artificial para brindar atención 24/7. Esta modernización no solo mejora la experiencia del turista, sino que posiciona a Malargüe como un destino competitivo y preparado para los desafíos del futuro.

Durante las primeras semanas, los visitantes llegaron principalmente desde Santa Fe, Rosario, Córdoba, Mendoza, Chaco y La Pampa. En las últimas, Buenos Aires tomó la delantera. Esta diversidad geográfica demuestra que Malargüe no es solo un destino de cercanía, sino una propuesta atractiva a nivel nacional.

Es importante tener presente, que la temporada invernal en Malargüe no se agota en la nieve: se expande hacia un universo de propuestas culturales, científicas y patrimoniales que enriquecen la experiencia del visitante. El Parque Cretácico Huellas de Dinosaurio, con casi siete mil visitantes, conecta a grandes y chicos con el pasado remoto de la región, mientras el Planetario y el proyecto internacional Pierre Auger invitan a explorar los misterios del cosmos y la física de partículas. La Sala de Cine Maitén, el Museo Regional y la Caverna de las Brujas ofrecen recorridos por la historia, el arte y la geología local, consolidando a Malargüe como un polo de conocimiento y sensibilidad. A esto se suma una agenda cultural activa, con espectáculos, talleres y encuentros que celebran la identidad malargüina y fortalecen el vínculo entre comunidad y visitantes. En conjunto, estas propuestas convierten a Malargüe en un destino que no solo se recorre, sino que se vive y se piensa.

Malargüe no vende solo nieve. Vende experiencias sensoriales, paisajes volcánicos, cielos estrellados, y una hospitalidad que se siente en cada rincón. La temporada invernal fue una muestra de cómo, incluso en tiempos difíciles, la identidad local puede convertirse en motor de desarrollo.

Esto estamos haciendo por Malargüe, por eso Tenés que saberlo.

Por Intendente Celso Alejandro Jaque

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