Se investiga el proceder de un policía, que permitió que continuaran su viaje.
El sábado por la noche una familia de Malargüe que había viajado hasta 25 de Mayo se encontró con una situación poco agradable. Ocurrió en la ruta que une a San Rafael con Malargüe. Sobre este hecho desde comisaría 24 informaron, a través del oficial principal Roberto Contreras, que recibieron llamados telefónicos donde les indicaban que un vehículo, marca Renault Sandero, estaba realizando maniobras peligrosas, poniendo en riesgo un contingente de cinco vehículos que se desplazaba también hacia la ciudad de Malargüe.
Ante esto una movilidad policial salió desde comisaría 24 para interceptar al rodado en cuestión. En el ingreso a la ciudad los uniformados les realizaron el dosaje a los dos ocupantes del rodado. Posteriormente, según la versión policial, ambos fueron aprehendidos y el rodado fue secuestrado. Al consultarle a Contreras por el grado alcohólico de estas personas, se limitó a decir que está bajo secreto de sumario.
La familia afectada, de apellido Rubio, había viajado desde Malargüe hasta 25 de Mayo para esparcir allí las cenizas de un familiar que había fallecido días atrás y, según informaron a Malargüe a Diario, cuando retornaban en la noche uno de los vehículos intentó sobrepasar a la Sandero y el conductor de este último vehículo se abrió y los expuso a un vuelco, ya que estuvieron a punto de chocar y/o morder banquina.
Posteriormente, y según las declaraciones de la familia damnificada, el conductor de la Sandero continuó haciendo maniobras peligrosas en la ruta. Luego uno de los vehículos de la familia Rubio logró pasar a la Sandero y dio aviso de la situación en el control de El Sosneado, límite entre San Rafael y Malargüe.
En El Sosneado un policía detuvo la marcha de la Sandero y la familia Rubio continuó el viaje hasta la ciudad de Malargüe. Sin embargo, y según las declaraciones de la familia afectada, en la ruta 40 el conductor de la Sandero los sobrepasó y comenzó a realizar nuevamente maniobras peligrosas contra ellos, acelerando y frenando, y haciendo zigzag sobre la ruta. Ante esto la familia llamó a la Policía y uno de los vehículos logró adelantar al Renault para alertar a los uniformados, en la comisaría 24.
Continuando con el testimonio de la familia Rubio, un móvil policial interceptó a la Sandero en ruta 40 y los ocupantes, al ver la movilidad intentaron darse a la fuga hasta que finalmente lograron detener la marcha del rodado.
Allí los uniformados lograron hacer el dosaje de alcohol y trasladaron de los dos involucrados hasta la dependencia policial.
Fotos: Gentileza
Según la familia Rubio, ambos ocupantes del Renault tenían más de 1,50 de alcohol en sangre, de acuerdo al test de alcoholemia. Además, una de las víctimas sirvió de testigo y declaró que del vehículo los uniformados sacaron varias botellas de bebidas alcohólicas y siete cuchillos.
La familia se mostró molesta por la situación porque acusaron que en el control de El Sosneado sólo se le pidió al conductor de la Sandero que dejara de conducir, por lo que tomó el volante el acompañante. Al momento del dosaje, según la familia Rubio, ambos ocupantes estaban alcoholizados.
Desde este medio se le consultó al vocero de la comisaría 24 por qué se permitió que el vehículo en cuestión continuara su marcha, siendo que la familia Rubio había alertado que estaban realizando maniobras peligrosas en la ruta. Ante esto el oficial principal Contreras respondió que en ese control no tienen alcoholímetro. No obstante el grado alcohólico de los involucrados era notable, según la familia Rubio.
Esta situación encendió la alarma en la Fiscalía de Malargüe, ya que más allá de la irresponsabilidad de los ocupantes de la Sandero, en el control de El Sosneado habrían sido interceptados por un policía y éste uniformado les permitió continuar su viaje.
En este sentido, el fiscal Javier Giaroli iniciará una investigación para saber si hubo o no negligencia del policía en el control y en caso de constar una anomalía se aplicará, según corresponda, una sanción.
