El director del Centro Médico hizo un balance del crecimiento de la institución y compartió los valores que guían su labor. Destacó la confianza de la comunidad, la no mercantilización de la salud y los planes a futuro.
Este 4 de noviembre, el Centro Médico Piüké celebró ocho años de trabajo en Malargüe. Su director, el cardiólogo Oscar Arrieta, repasó el camino recorrido y destacó el crecimiento de la institución, que empezó con un solo consultorio y hoy se ha convertido en una elección confiable para muchos habitantes del departamento.
«Empezamos muy chiquitos, pero con una gran convicción en lo que hacíamos. Nos alegra ver cómo las personas han confiado en nosotros de tal manera que hoy somos un referente», comentó Arrieta. Piüké no solo ha crecido en número de profesionales, sino también en su impacto en la comunidad. A través de campañas de prevención, como la capacitación en RCP, han logrado que la educación en salud sea una parte fundamental del vínculo con la gente.
De cara al futuro, Arrieta destacó el compromiso de Piüké con la salud pública, a pesar de ser una entidad privada. “Nuestro trabajo no se limita a las paredes del consultorio. Salimos, hacemos campañas, enseñamos. Queremos que nuestro impacto sea amplio y que todos los profesionales que se sumen a nuestro equipo compartan este enfoque de respeto hacia el paciente y de servicio”, explicó.
Una de las características que define a Piüké, según su director, es el enfoque en la ética de la medicina. “Para nosotros, el respeto por el paciente es central. Nos importa su bienestar, tanto individual como familiar y social. Los q trabajamos en Piüké entendemos desde la vocación de servicio a la salud muy lejos de ser un negocio sino un aporte al bienestar de todos, donde el paciente, la persona es primero”, aseguró Arrieta, subrayando que esa convicción se mantiene incluso a costa de perder profesionales.
En cuanto a los festejos, Piüké decidió celebrarlo con un brindis interno y agradeciendo a los pacientes que forman parte de su historia. «Queremos que nuestros pacientes sientan que también son parte de este camino», comentó Arrieta, quien espera que este aniversario no pase desapercibido y sea un momento para reafirmar el compromiso mutuo.
Finalmente, el director agradeció a la comunidad de Malargüe por el apoyo constante. «Somos parte de esta comunidad. En tiempos donde parece predominar el egoísmo, nosotros recordamos que somos personas atendiendo a personas», concluyó.