La laguna tiene una superficie de 280 hectáreas y se ubica en la zona Noroeste del departamento. Según informa el portal El Sol, el espejo de agua está sufriendo el déficit hídrico que mantiene a la provincia en emergencia por quinto año consecutivo y, según la Asociación Malargüina de Pesca con Mosca (AMPM), corre grave riesgo de secarse.
Por esta razón, el organismo decidió tomar la solución en sus manos y, a través de una canalización, desvió aguas del arroyo Colorado para llenar la laguna. Sin embargo, personal de Irrigación cerró esta canalización porque no es regular y la prioridad de la utilización del agua es para el uso potable y los productores.
En dialogo con el portal El Sol Horacio Marinaro, presidente de la AMPM, comentó la situación en la laguna Blanca es muy complicada porque el arroyo El Durazno, afluente natural del espejo, está sin agua hace un par de años. Por esta razón corre peligro de secarse y afectar a los pejerreyes que han sembrado en el lugar en la última década.
La solución que encontró la asociación fue la misma que, aseguran, se tomó en décadas anteriores: desviar aguas del arroyo Colorado.Para eso invirtieron recursos propios para profundizar tomas que ya existían en la zona producto de emergencias hídricas anteriores. La laguna ya tiene antecedentes de problemas de afluente desde los 70 y en varias ocasiones se secó y volvió a llenarse de forma natural, pero, en todos los casos, la población de peces se vio afectada. Ante eso, la AMPM se encargó desde el 2002 de realizar los estudios biológicos y de calidad de agua para comenzar a sembrar nuevamente pejerreyes. En la actualidad hay peces que, en promedio, llegan a 1,4 kilos y, los más grandes, a 2,5 kilos.
No obstante, la solución que encontró el organismo deportivo tuvo poca vida, ya que funcionarios de Irrigación cerraron las tomas que acondicionaron para desviar el agua y complicaron los planes de llenado de la laguna.
Sin posibilidad de conseguir el recurso hídrico de otra forma, la asociación envió un escrito al Departamento General de Irrigación, solicitando que se permita el uso de aguas del arroyo Colorado para salvar la laguna Blanca. Horacio Marinaro dijo al medio provincial que no piden mucho y que con 10 litros por segundo que tiene el arroyo en la zona de tomas pueden preservar el espejo de agua.
El presidente de la AMPM asegura que el documento se entregó el 31 de diciembre y no han tenido respuesta, por lo que casi en “rebeldía” volvieron a abrir las tomas para desviar el agua. Sin embargo, por la filtración natural y el bajo caudal, en 48 horas aún no llegaba a la laguna.
RESPUESTA. Desde Irrigación se encargaron de aclarar que el desvío de aguas del arroyo Colorado realizado por la asociación malargüina no estaba inscripto y se tomó la decisión de realizar trabajos de máquina para encausar toda el agua que se pudiese al río El Salado y de ahí al Atuel.
El secretario de Gestión Hídrica, Mario Salomón, dijo a El Sol que la decisión se ajusta a una emergencia hídrica como la que vive la provincia. “El embalse de El Nihuil está a 20% de la capacidad, no hay agua. Lo que hizo el Departamento General de Irrigación con la Subdelegación del Río Atuel, que es la que maneja esta zona, es un control con todas aquellas tomas que no estaban inscriptas. Tratamos de darle la prioridad de uso al agua potable y a las propiedades que están con derecho de riego agrícola, pero esta toma no estaba inscripta”, manifestó.
Y agregó: “Si bien el corte es para mantener el espejo de agua, primero tendría que tener un empadronamiento, no podemos dar agua a quienes no están inscriptos. Yo estoy haciendo los estudios técnicos necesarios para ver si les puedo dejar un empadronamiento y con una toma regulada que se pueda medir, sin comprometer el uso público y el agua para la producción”.
Otro problema que existe para entregar el recurso es que la asociación no podría pedir la inscripción porque sus miembros son propietarios o titulares, y tendría que hacerse a través de la Comuna. “Vamos a tratar de hablar con el Municipio porque es un lugar de interés y veremos si podemos practicar el empadronamiento y hacer una obra adecuada”, indicó Salomón.
El funcionario recalcó que, en situaciones de emergencia como la que se vive en Mendoza, la prioridad la tiene el abastecimiento a la población, el uso en la agricultura, el uso recreativo y sólo después aparece la piscicultura.
Aunque reconoció que la laguna tiene un nivel complicado, agregó: “Institucionalmente hemos actuado correctamente y no hemos afectado nada, porque esa laguna es cíclica y recibe al agua por otro arroyo. Esto sería un corte, un trasbase, y nuestra intención es tratar de satisfacer todas las demandas, pero hoy, con la emergencia, la prioridad la tienen otros usos”.
Desde Irrigación dijeron desconocer si los pescadores volvieron a abrir las tomas para rellenar la laguna, pero aseguran que la idea es dar respuesta a todas las necesidades de acuerdo con las posibilidades.
Fuente: Diario El Sol