Statue of Justice with scales in lawyer office. Legal law, advice and justice concept

¡Qué gran desgracia la nuestra! Tenemos un gran país, único…

Pero…tenemos a los peores gobernantes y dirigentes a nivel nacional. Ocupados en sus Egos, en ganar espacios de poder, ambiciones y mezquindades personales. Políticos ricos, pueblo empobrecido por su avaricia, es una pésima ecuación.

Mientras la gente sigue trabajando sin descanso por un mañana mejor, con el triste contrapeso de mantener vagos de diversa índole, pegados a la teta del Estado, porque representan votos para sostener la corrupción. Y a pesar de que, tanto despilfarro y descaro generalizado aborta sus mejores sueños, hacen estériles sus esperanzas, él sigue batallando porque es su esencia, ganar el pan de cada día con esfuerzo y dignidad. La gran mayoría de los argentinos somos gente de paz y con apego al trabajo y a la decencia.
¿Por qué, desde hace tanto tiempo debemos soportar tanta desfachatez en quienes nos gobernaron y gobiernan? Sería bueno que la justicia se pusiera de una buena vez, los pantalones largos y honrara la balanza, haciendo valer el peso de la Ley. Que ya deje de ser una vieja tuerta, cachacienta, que sólo mira hacia donde le conviene y se mueve con una parsimonia que asusta. Es hora que se rindan cuentas, que la cosa pública no sea asunto de familia ni de agrupación alguna.
No debemos seguir permitiendo esto, porque estaríamos condenándonos a sufrir la sentencia que Martín Fierro nos dejara: “Es la ley como el cuchillo, no ofiende a quien lo maneja”.
A los delincuentes y a los condenados que andan sueltos, deberíamos recordarles que, perdieron su derecho a la Libertad y sus privilegios el mismo día que decidieron dedicarse a delinquir. Su lugar es la cárcel, no hay otra.
La gente de bien debería dejar de estar enrejada y salir sin miedo a la calle a hacer su vida normal. El Estado ya no puede ni debe seguir ausente, es tan descarada como insostenible su inacción.
Creo que bien vale la pena intentar el cambio, dejar de lado tantas diferencias y enconos por ser incapaces de discernir entre lo que es bueno o malo para el país, no para los intereses personales o partidarios. Aunque, los que ya estamos más viejos no lleguemos a verlo, nos alcanzaría con tener la certeza de que, algo hicimos para que esto pudiera empezar a suceder.

Raúl Villarromero.

Héctor Raúl Villar

DNI 10.168.981.-
-Un ciudadano más que desea fervientemente que esto cambie para siempre. –
Gracias.

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