El ilícito ocurrió este sábado, alrededor de las 6 de la mañana en una vivienda ubicada en la calle Corvalán.
Por una pequeña ventana, un sujeto ingresó a la vivienda minutos después que el dueño de casa se retirara de su hogar para ir a trabajar. En la morada quedó una madre junto a sus dos pequeños hijos (3 y 8 años), quienes estaban durmiendo al momento del ingreso del delincuente.
Adrián Balverdi, víctima del hecho, comentó a Malargüe a Diario que él se fue a trabajar y cuando llegó a destino le informaron que tenía que retornar, porque un ladrón había ingresado a su casa.
Según el relato de nuestro entrevistado, el delincuente entró a la casa y robó dinero en efectivo, teléfonos celulares y tablets. “En ese momento mi señora estaba en la casa y cuando escuchó ruidos se encerró con nuestros hijos en una de las habitaciones y llamó a mi suegro y a la policía”, detalló Adrián.
Al momento del arribo de la policía el delincuente ya se había dado a la fuga.
“Siento impotencia, porque es gente que te ve que te vas a trabajar y queda una familia desprotegida”, reflexionó Balverdi, a lo que agregó que en la zona donde él vive se escuchan “peleas en la madrugada y autos que circulan a alta velocidad, pero no se observa presencia policial”.