Ruta 222: Los más grandes suelen ser los más imprudentes

Al no respetar las normas terminan generando un caos y complicando a los demás. En estos momentos la situación es complicada.

Desde ayer comenzó a nevar en el Valle de Las Leñas y como era de esperarse, miles de turistas pusieron en el GPS este destino para ir a disfrutar, tanto aquellos que aman el deporte blanco como los que sólo buscan jugar y distenderse en la nieve.

Sin embargo, no todo es color de rosa, ya que ante tanta cantidad de turistas circulando sobre la 222, cuando algunos no respetan las normas terminan generando un caos. En este sentido, principalmente los más grandes suelen ser los imprudentes. Puntualmente los colectivos, o responsables de los mismos en realidad.

Por su parte, desde Vialidad Provincial, tienen aceitados los canales de comunicación. En este sentido, en el último comunicado informaron que desde la zona de Los Morros, en el control de Gendarmería, en adelante es obligatorio el uso de cadenas. Además, advirtieron: “Queremos remarcar que es obligatoria la portación de cadenas. Quien no las porte no podrá avanzar. Sigue nevando en gran parte del recorrido de la RP 222.”

Mientras que la información actual de Comisaría 24 indica que en estos momentos la ruta 222, desde Los Morros en adelante, está muy complicada debido a que muchos conductores no tienen cadenas o no las colocan.

Lamentablemente, quienes han generado más conflictos en esta mañana han sido los colectivos ya que no tenían cadenas y algunos de ellos se terminaron cruzando en la ruta, obstaculizando el tránsito de los demás conductores.

Lamentablemente esta situación no es nueva y se deberían reforzar los controles para evitar que los vehículos que no tienen cadenas no suban al Valle y que aquellos que no colocan las cadenas desde Los Morros que no continúen. Aunque también suele ocurrir que algunos conductores se creen vivos y pasan los controles con las cadenas y después las sacan, sin percatarse que después terminan generando grandes problemas.

Foto: Gentileza de Martín Ramal

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