San Expedito es el patrono de las causas justas y urgentes, aunque también dicen de las imposibles y un santo cuestionado por algunos sectores de la Iglesia Católica. No obstante, desde hace algunos años, multitudes acuden a sus santuarios en todo el país y sus devotos aseguran haber sido bendecidos con milagros ante el pedido a San Expedito.
Protector de los militares, los estudiantes, los jóvenes y los viajeros, este santo moviliza a varios fieles malargüinos, quienes hace ya cuatro años organizan una procesión en su honor. Silvia Sepúlveda, una de las integrantes de ese grupo, explicó a Malargüe a Diario que la figura de San Expedito peregrinó por varios lugares antes de ser emplazado en el barrio Nueva Esperanza.
“Al principio estuvo en Virgen del Carmen aunque luego lo quitaron de allí ya que se decían que le quitaría protagonismo a esa virgen, lo que es entendible, y se comenzó a buscar otro sitio. Un día, Verónica Bunster, también devota de él, nos dijo que se necesitaba entronizar a la Virgen de Guadalupe y Santa María Goretti y que podíamos solicitar que nos agregarán San Expedito y así fue. Conseguimos este terreno que pertenece al Obispado de San Rafael”, relató.
“En el año 2012, se acondicionó el predio para entronizar a estos santos y allí quedaron. Desde entonces, los fieles parten desde la parroquia del Carmen ubicada en calle Maza hasta esa gruta”, agregó.
Con respecto al cuestionamiento de ciertos sectores, Sepúlveda declaró que los han tildado de “secta”, desde la misma Iglesia Católica. “Se dice que somos el Gauchito Gil de esta religión”, expresó, pero esta mala imagen se debe a que a algunos no les agrada que el santo arrastre multitudes y resaltó que “Dios permite que haga los milagros, porque necesita que tengamos cada día más fe y si esto sirve para eso es muy bueno”.
En el predio donde se encuentra San Expedito se está proyectado la construcción una capilla, ya que en esa zona no existen iglesias de la fe católica, y un salón de usos múltiples.
Por último, Sepúlveda denunció que existen casos de vandalismo en el predio pero que, a pesar de eso, desean que los chicos sigan yendo a jugar allí y tienen la esperanza de que algún día comiencen con las obras proyectadas.