El doctor Adrián Castillo fue uno de los protagonistas del rescate efectuado hace unas semanas atrás en la zona de Cavernas de Las Brujas. Su relato de los hechos deja al descubierto algunas falencias importantes.
“Desde las cuatro de la mañana, que tomamos contacto con este hombre, pudimos hacer el diagnóstico y la asistencia de primeros auxilios, entramos en contacto con la gente de Defensa Civil para que el helicóptero viniera de manera inmediata ya que se trataba de una persona con estallido de vísceras que debía estar en unidad de terapia intensiva urgente”, comentó el profesional.
En ese momento, Castillo también puso en aviso a la policía y al personal del hospital de Malargüe para que estuvieran preparados. La espera se hizo muy larga para todos, pero especialmente para el hombre que estaba accidentado. Nadie sabía cuál era el motivo de la demora, hasta que se conoció que se debía a falta de combustible.
“El helicóptero llegó al otro día alrededor de las doce del mediodía. Venían el piloto, el copiloto, un policía y Sepúlveda, que era el baqueano que los guiaba. Costó que nos ubicaran a pesar de las señales de humo que hicimos y la señalización con piedras blancas y harina que habían realizado los guardaparques para que el helicóptero aterrizara”, relató.
Otro error para resaltar es el que “en el helicóptero no había lugar para que fuera yo como médico de rescate. Yo fui quien estuvo asistiendo al paciente durante toda la noche y debería haber dado el parte a la unidad de terapia intensiva del hospital, haber informado que medicación llevaba el hombre y en qué condiciones lo tuvimos hasta ese momento”, explicó.
En realidad, aclaró Castillo que cuando “llegó el helicóptero venía una persona que no se identificó, que no sé quién es, no sé si es o no médico, yo no vi que trajera ningún tipo de equipamiento, y me pidió mi material para asistir al hombre y realizarle otra vía por la hipotensión que presentaba el paciente. Luego lo subieron a la camilla para llevárselo con dos o tres datos que puede haber dado esa persona y nada más”.
En un procedimiento de rescate, la cadena de la evolución de la persona accidentada hasta que llega a ser internada es muy importante realizar todos los pasos y contar con toda la información. “Es una desfachatez, en un tipo de urgencia como esta, con un paciente en estado crítico, que la información valiosísima del médico que lo atendió de un principio no llegue al médico que lo va a recibir en la terapia intensiva. La vida del paciente se va en eso”, observó.
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