Es parte de la promoción XXXI del Curso de Formación de Guardaparques Nacionales.
Cristian González es malargüino, no nacido pero sí criado desde muy chico con sus abuelos de Loma Negra, La Junta. Las vueltas de la vida lo llevaron a pasar sus días en diferentes localidades hasta que a los 17 años volvió a estos pagos. Terminó la secundaria en el CENS de la escuela Manuel Santisteban y se dedicó a hacer diferentes “changas”.
En el 2013 se enteró de la Tecnicatura Superior en Conservación de la Naturaleza que se dicta en el Campus Educativo Municipal y, desde un primer momento, supo que esa era su carrera a estudiar. “Cuando me enteré que era para Guardaparques ni la pensé y me inscribí. No sabía mucho cómo se hacía esta carrera y ahí me vine a enterar que se estudia para ser Guardaparques”, confesó a Malargüe a Diario el flamante Guardaparque Nacional.
Luego logró ingresar al curso de Formación de Guardaparques Nacionales que organiza la Administración de Parques Nacionales y hoy forma parte de la promoción XXXI. Este curso cuenta con sólo 60 vacantes anuales. “Para ingresar tenés que pasar por varias etapas. Primero se hace una inscripción online con todos los requisitos, una vez que sos aceptado pasás por varias pruebas presenciales en Embalse, Córdoba, donde tenés una evaluación teórica, manejo de equino, manejo de vehículos con carro, natación y una evaluación física con tiempos límites”. Esa etapa la superó y finalizó en marzo del año pasado y comenzó a cursar el 8 de abril. Un año más tarde (el 11 de marzo) y luego de adquirir infinitos conocimientos y valiosas experiencias, Cristian culminó el curso y obtuvo su destino.
Como muchos malargüinos, Cristian nunca había visitado nuestras Reservas Provinciales y gracias a la tecnicatura conoció Caverna de las Brujas, Laguna de Llancanelo y los Volcanes de la Payunia. “Nunca las había visitado, sólo el puesto de mi abuelo, como es típico de acá”, comentó. También realizó varios voluntariados en ex Campo de los Alisos o Aconquija (Tucumán), en Parque Nacional Iguazú (Misiones) y en el Parque Nacional en la Amazonia (Perú).
Cuando le consultamos sobre sus preferencias a la hora de elegir un lugar de trabajo, tampoco lo dudó: “El sur, como me tocó, es uno de los destinos que puse. Antes de terminar el año de cursada tenés que poner tres destinos a los que te gustaría ir, se toma en cuenta tu perfil y la necesidad del Parque. Yo tuve la suerte y me mandaron al segundo destino que elegí, el Nahuel Huapi”. Su primera opción había sido el Parque Nacional Lanín y la tercera, Tierra del Fuego.
Las tareas que tendrá que desempeñar son las de un Guardaparque Seccional: monitoreo de flora y fauna, atención al visitante, control y vigilancia bajo la jurisdicción del área, trabajo con pobladores, apoyo a investigaciones científicas, apoyo en incendios forestales y mantenimiento de campings que se encuentren dentro del Parque, en uso público.
Publicación de nuestro semanario, edición 139, distribuida el domingo 29 de marzo.
