Destacó la importancia de la formación base que obtuvo en el ESTIM.
Agustina Cogo estudió en la Escuela Técnica, Química, Industrial y Minera “Manuel Nicolás Savio” y se recibió de Técnica Minera. Desde muy chica supo que quería trabajar en la naturaleza, al aire libre. “Con esa idea me metí en la modalidad minería, ahí fuimos viendo más puntualizado distintas materias geológicas y empecé a definir que sí, que era por esa rama”, contó a Malargüe a Diario Agustina y continuó: “Al terminar la escuela, empecé a pensar qué camino podía seguir y Geología, que ya había visto mucho en la escuela y estaba segura que me gustaba, era una opción y un profe me mostró Geofísica”.
Dejó atrás familia y amigos, llenó su mochila de sueños, anhelos y objetivos y se mudó a San Juan para estudiar Geofísica, “acá (San Juan) antes de ingresar, hacemos como el pre, ahí tenemos talleres donde nos muestran qué hacen y ví a qué se dedicaban los geofísicos, y con más seguridad supe que quería estudiar Geología, sabía que me gustaba así que, ahí, me cambié en el primer año”.
A pesar de ser muy duro el desarraigo y la transición de pasar del nivel medio al superior, para Agustina no fue traumático: “Mi caso fue bastante particular porque, si bien es difícil esta etapa de cambio, donde de la escuela pasas a la universidad y en este caso dejas tu ciudad, dejas tus amigos, tu familia, yo a San Juan llegué con la tranquilidad de que una familia sanjuanina, que hoy en día son mi familia acá, me acompañó desde el día uno. Entonces no estuve sola. Es más, a la semana ya tenía una gran familia acá. Y eso hizo que todo el camino para mí fuera más liviano, porque a pesar de que la transición es difícil, yo estuve siempre acompañada y eso para mí es fundamental. Ellos, en cada pasito y más cuando uno empieza con los miedos y las frustraciones, estar acompañado es fundamental, y yo tuve esa suerte de que ellos estuvieron ahí para mí, como ahora, que son mi familia acá”.
Además de haber contado con esa fuerte contención, Agustina tenía otro plus, el de haber realizado su formación media en el ESTIM. “La Escuela Técnica Minera está realmente muy bien preparada en cuanto a equipamientos. Tiene equipos de última tecnología y en cuanto a profesionales también. Y la base con que uno sale, como para seguir la rama geológica, realmente es buena; está bueno resaltarlo porque a nosotros nos ha ayudado muchísimo. Y para los chicos que están ahora, que tengan esa tranquilidad de que realmente la preparación de la escuela es excelente. En cuanto a conocimiento, sí es verdad que una vez que arrancás, los años siguientes es todo nuevo, pero hay algo que es fundamental, que es el entrenamiento. Estudiar en la mañana, estudiar en la tarde, el doble turno, todo eso te prepara, de alguna manera, para cuando vos llegás acá a la facu y tens que afrontar estar todo el día estudiando, o pasar muchas horas estudiando, traes un tipo de entrenamiento ahí que ya viene desde hace seis años. Además trabajamos con equipos eléctricos verticales y uno entiende, cuando está acá, que es increíble que una escuela secundaria los pueda tener, laboratorios excelentes, tenes teodolitos excelentes, hay muchas herramientas”.
Agustina está próxima a recibirse de licenciada en Ciencias Geológicas, calcula que podría hacerlo el año que viene, le restan unas pocas materias y el trabajo final. Horas de estudio, esfuerzo y sacrificio van dando, de a poco, sus frutos: fue condecorada con el mayor galardón que un estudiante puede recibir, es abanderada de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de San Juan. También pudo trabajar durante un año en una empresa exploradora de la vecina provincia. Sueña con poder ejercer su profesión donde están las oportunidades: “He sentido que hay muchísimas oportunidades en San Juan, incluso antes de terminar te llaman para que empieces a adquirir experiencia laboral y te dan la posibilidad de salir y conocer distintas ramas, porque eso tiene la carrera, muchas ramas donde uno va explorando qué es lo que más le gusta”.
Por último, Agustina quiso dar cuenta de su agradecimiento hacia todos los que están haciendo posible que realice su sueño: “A mi familia que, desde el día uno que a mí se me ocurrió venir a estudiar, estuvieron para apoyarme en mis decisiones. También a esta familia sanjuanina, que hoy son mi familia y que han hecho que mi camino sea mucho más liviano y que, obviamente, este logro también haya sido posible, porque con su ayuda pude enfocarme en estudiar y no preocuparme tanto por otras cosas que son fundamentales como las cuestiones económicas y el estar en otra ciudad. Obviamente, a la Universidad Nacional de San Juan, que desde el primer día me he sentido como en casa. Y un agradecimiento también a la Escuela Minera, que es parte de mi camino y está realmente bien preparada, que los chicos estén tranquilos y se animen, porque salimos con una buena base”.
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