Este año pasó a integrar el plantel de la categoría Sub 16. Es la jugadora más pequeña.
Camila Ravagnan tiene sólo 14 años. A pesar de ser muy joven, desde hace años tiene una clara convicción y sueño que logró cumplir gracias al esfuerzo, tanto de ella como el de su familia: jugar en forma profesional al vóley. Hoy es parte del equipo del Club Estudiantes de La Plata, a 1208 kilómetros de nuestro Malargüe.
Su vida gira en torno al vóley, durante la pretemporada entrena de lunes a viernes de 13:30 a 16, “estos días son una parte donde nos esforzamos todas porque es bastante duro para poder rendir durante todo el año. Mi vida está dependiendo del vóley” aseguró Camila. Los fines de semana el equipo juega partidos y la malargüina ya debutó en un torneo en la ciudad de City Bell, donde su equipo quedó en tercer lugar. En su tiempo libre estudia materias de 2º año del Instituto Secundario Malargüe para rendirlas libre.
Según contó Camila “todos los veranos viajaba con mi familia a la capital de Buenos Aires a visitar familiares. Una de esas veces, como me gusta tanto el vóley, le pedí a mi papá ir a ver a las chicas de algún club de La Plata y fuimos a ver a Estudiantes”. Como premeditando lo que podría suceder, Camila llevó “por las dudas” su equipo para jugar, rodilleras y zapatillas, la invitaron a entrenar y quedó fascinada con el club.
Mientras jugó para el Club San Martín de Porres, Camila se cruzó con este equipo varias veces y la invitación volvió a surgir, hoy es la jugadora más pequeña de la categoría Sub 16 del equipo platense. “Yo quería un nivel más alto, quería superarme, cuando viajaba los fines de semana a Mendoza jugaba muy poquito, viajaba cuatro horas de ida y cuatro de vuelta para un partido y en Malargüe no se compite mucho, por eso decidí venirme para acá”.
Más allá de haberse criado en “un pueblo”, Camila se va adaptando de a poco a la gran ciudad. “Fue un poco chocante, acá es impresionante pero ya estoy un poco ubicada, me estoy adaptando. Estoy muy feliz de estar acá, es un sueño para mí, siempre quise este nivel aunque es difícil estar lejos de mi familia, pero los cuatro queremos lo mismo y todos empujamos para adelante”.
Fotos: Gentileza