Florencia Irigaray relató un episodio que vivió el pasado 14 de diciembre, cuando un vehículo atropelló a su perra frente a su domicilio. Asegura que la atención policial fue deficiente y que, incluso, tuvo dificultades para realizar la denuncia.
El hecho ocurrió alrededor de las 20:06 en la calle Tomás Godoy Cruz al 3100 del barrio Colonia Pehuenche II. Ese día era el cumpleaños de su hijo y Florencia, junto a su marido, salieron a realizar un mandado, quedando la perra, una cachorra de 6 meses, al cuidado del cumpleañero y su abuela. Según explicó Florencia, la escena quedó registrada en una cámara de seguridad de su hogar. «En un descuido se les fue la perra, la camioneta ni frenó ni intentó esquivarla. No fue un accidente, lo hizo a propósito porque claramente pudo haberlo visto; tengo todo el perímetro de la casa cerrado y la perra se escapó en un descuido, de hecho, vivía adentro de la casa», expresó la vecina.
Florencia intentó realizar la denuncia en varias oportunidades. Primero, llamó a la policía el día del incidente, pero no obtuvo respuesta. Luego, se presentó personalmente en la Comisaría 24 al día siguiente a las 8 de la mañana. «Estuve esperando hasta las 11. Me dijeron que estaban ocupados con otros casos, pero había policías charlando entre ellos en lugar de atenderme», comentó.
Durante su espera, un agente le sugirió que la responsabilidad recaía sobre ella porque la perra estaba en la vía pública. «Reconozco que fue un descuido que la perra saliera a la calle, pero eso no justifica la velocidad del conductor ni su falta de reacción», añadió.
La denuncia solo pudo ser realizada a través de la página web, gracias a la recomendación de una oficial de la Policía Científica que intervino en el lugar. Florencia destacó la falta de formación de algunos agentes sobre los protocolos actuales y mencionó sentirse desprotegida ante la situación.
Hasta el momento, no ha recibido novedades sobre el caso, pero espera que su denuncia ayude a concientizar sobre la importancia de respetar las normas de tránsito y agradece a la gente de Malargüe por su apoyo y colaboración. “Esta vez fue la vida de una mascota, bien podría haber sido un niño, sin descartar el dolor y llanto desconsolado que causo a mis hijos, más en el día del cumple de uno de ellos. ¿Qué le estamos mostrando a la sociedad? O sea, a nuestros niños con la sociedad y las actitudes de los adultos. Espero que el conductor de la camioneta, si tiene un poco de humanidad, se hago cargo del gran daño que causó, que se haga presente y pida disculpas, eso sería la forma de mostrarle a los chicos que los adultos nos equivocamos, pero que también tenemos que pedir disculpas porque esos actos no están buenos. Busco al responsable para que no quede impune el hecho ante la sociedad por el acto que cometió”.
