Mientras el consejero de la zona sur de Vialidad Provincial asegura que no hay problemas de recursos y que se busca una planificación más eficiente, desde el gremio de trabajadores viales plantean una realidad distinta, con deudas a proveedores y falta de insumos básicos.
El consejero de la zona sur de Vialidad Provincial, Leonardo Vignolo, visitó Malargüe y brindó detalles sobre la situación actual del organismo, las tareas en ejecución y la posible salida del jefe de subzona, Facundo Martínez. Según Vignolo, hasta el momento no se ha tomado ninguna decisión sobre su reemplazo, aunque no descarta futuras renovaciones.
Durante su recorrido, el funcionario explicó que se está trabajando en una reconstrucción de la planificación operativa, con actividades de mantenimiento en rutas provinciales y caminos turísticos.
Consultado sobre las dificultades en la transitabilidad de algunas rutas, en especial las que conectan con la zona rural, Vignolo reconoció que las tormentas han sido un factor determinante, pero aseguró que la idea es establecer un esquema de trabajo progresivo para atender todas las rutas provinciales. “Ha sido un año muy atípico con las tormentas que hemos tenido. La verdad es que no podemos tener un equipo en cada una de las rutas provinciales. Hoy la terminaste de repasar, de poner en circulación, quedó linda y mañana se levantó una tormenta y estamos igual. Lo que queremos es sincronizar un esquema de trabajo de forma progresiva y que podamos llegar a todas las rutas provinciales”. Además, afirmó que no hay problemas de recursos y que la falta de repuestos y materiales es una situación generalizada en distintos sectores, agravada por el aumento de costos en asfalto y combustible.»
Sin embargo, desde el gremio de trabajadores viales, la versión es distinta. Félix Fernández, integrante de la Comisión Directiva, sostuvo que Vialidad atraviesa una crisis profunda con un parque automotor deteriorado y falta de presupuesto para reparaciones. Según Fernández, hay equipos que podrían arreglarse, pero no hay fondos para hacerlo y los trabajadores muchas veces son señalados como responsables de una situación que escapa a sus manos. “Tenemos un parque automotor prácticamente destruido, máquinas que son posibles de arreglar y que no hay un centavo, un presupuesto para poderlas poner en marcha y prestar el servicio que realmente se tiene que prestar a los pobladores de Malargüe”.
Además, denunció que hay proveedores que ya no quieren trabajar con Vialidad Malargüe por deudas impagas, lo que ha llevado a situaciones insólitas, como tener que buscar gas en Mendoza porque los comercios locales no aceptan seguir abasteciendo. También cuestionó el incumplimiento de compromisos asumidos por la administración central, como el reacondicionamiento de casillas para los trabajadores, una promesa que, según afirmó, no se cumplió.
Finalmente, respecto a la posible salida de Facundo Martínez, Fernández fue categórico al afirmar que el problema no es la gestión local, sino la falta de inversión desde la provincia, lo que, según su visión, deja a Malargüe en una situación de abandono.
