El incendio comenzó el martes por la mañana de la semana pasada, pero rápidamente se propagó debido a la gran cantidad de cortaderas que hay en la zona. La gruesa columna de humo se podía observar desde el centro de la ciudad de Malargüe.

En el lugar trabajó personal de Bomberos y Defensa Civil, quienes debieron ingresar al predio, en gran parte, caminando por la presencia de pantanos que dificultaron las tareas. Pero éste no fue el único inconveniente.

El director municipal de Defensa Civil, Damián Contreras, comentó que cuando recibieron la novedad se trasladaron hasta el lugar, ubicado a unos siete kilómetros de la ciudad y que pertenece a la familia Santisteban, y sólo pudieron contralar una parte del fuego porque se encontraron con tranqueras cerradas, lo que les impidió seguir avanzando.

El funcionario aprovechó la entrevista para hacer un llamado de atención. “Siempre les pedimos a los propietarios de los campos un poco de responsabilidad. Antes de hacer una quema como ésta deben solicitarla en Recursos Naturales, para que sea controlada. Además, tienen que tener los cortafuego correspondientes para que no sucedan estas cosas, que ponen en riesgo tanto a personal de Bomberos como de Defensa Civil”, resaltó.

El fuego comenzó el martes al mediodía y lograron sofocarlo el miércoles por la noche. Como consecuencia, se quemaron aproximadamente 2.500 hectáreas de campo.

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